Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Un par de años bastó para que el gobierno de Rafael Moreno Valle dejara a un lado el discurso de la transparencia e impusiera la opacidad especialmente en sus proyectos más vistosos: el Centro Integral de Servicios, los permisos y las Manifestaciones de Impacto Ambiental del Teleférico, y la información relacionada con la Rueda de Observación que se pretende instalar en el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec.

Tomada de arqui-mexico.blogspot.com

La información, que fue dada a conocer por la reportera Xóchitl Rangel, muestra que el secretario de Transporte, Bernardo Huerta Couttolenc, clasificó como reservada toda la documentación relacionada desde el proceso de licitación, el nombre de la empresa proveedora, las características de la rueda, los beneficios e incluso su lugar de colocación.

En su argumentación, la dependencia aseguró a la reportera que dar a conocer dichos datos, incluidos los dictámenes técnicos “puede causar daño o perjuicio al interés del Estado y poner en riesgo su realización, o lesionar los interés (sic) públicos o colectivos”.

La documentación fue reservada desde el pasado 4 de enero de este año, unos días antes de que se diera conocer la intención de instalar la rueda de observación en el Paseo Bravo.

Un opaco teleférico

Foto: EsImagen

El caso de la rueda de la fortuna no fue el primero en la lista de obras opacas de la Secretaría del Transporte. Huerta Couttolenc ya había impedido que se hiciera pública la información relacionada con la construcción del teleférico que uniría el Centro Histórico con la zona de Los Fuertes.

Una obra que nació con un fuerte rechazó social por parte de grupos de académicos e historiadores, pues implicó la destrucción de una casona que data de los siglos XVI y XVII para levantar en su lugar una de las estaciones del teleférico.

Al ser requerido por los reporteros e investigadores, Huerta Couttolenc decidió que la información se reservara para impedir que se hiciera pública.

Pero no fue el único, Rodrigo Riestra Piña, encargado de despacho de la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial (SSAOT) también tendió un velo de opacidad en los permisos ambientales de la obra.

Requerido por Lado B para que hiciera pública la Manifestación de Impacto Ambiental, Riestra Piña tardó un mes en atender la petición sólo para informar que “se encuentra clasificada como reservada, toda vez que guarda relación con un expediente judicial y deberá mantener su carácter de reservada hasta que exista resolución definitiva y ejecutoriada (sic)”.

El CIS por 23 años 9 meses

Foto: Es Imagen

El 22 de noviembre de 2012 el entonces secretario de Infraestructura, y hoy pre candidato de la coalición Puebla Unida, Antonio Gali Fayad, firmaba un acuerdo para mantener bajo reserva toda la información relacionada con la construcción del Centro Integral de Servicios, una obra que se contrató bajo el esquema de Proyectos de Prestación de Servicios y que será pagada durante los próximos 23 años 9 meses, con un costo total de 3 mil 793 millones pesos.

Con ese acuerdo Gali Fayad impedía conocer la documentación técnica, el contrato, e incluso las obras periféricas que acompañaron la construcción de los 3 edificios de oficinas que se alzan frente al centro comercial Angelópolis.

Tras darse a conocer la información, el funcionario estatal aseguró que todo se trataba de un error de interpretación, y que en un plazo no mayor de uno o dos meses la información se haría pública, pero Gali Fayad dejó la dependencia para ser abanderado de la coalición que conforman PAN, PRD, Panal y el partido estatal Compromiso por Puebla sin cumplir su promesa.