Amira George

Reyes, dragones, guerras, enanos, magia, castillos, caballeros, damiselas en apuros. Estos son los ingredientes básicos de cualquier historia de fantasía desde hace siglos.

Pero qué pasa cuando un escritor decide jugar un poco con la trama. Cuando los caballeros en blanca armadura son los que matan al rey; cuando los enanos son considerados monstruos a pesar de ser los más cuerdos de una familia claramente disfuncional; cuando las damiselas son las que rescatan a los príncipes; y cuando el sexo es constante. Siempre. Incluso entre hermanos.

Este es solo un esbozo que se queda corto con respecto a todo lo que hay en la saga de libros A Song of Ice and Fire (Una canción de hielo y fuego), la cual fue adaptada a la televisión por HBO bajo el nombre de Game of Thrones -nombre del primer libro de la serie-.

La historia fue escrita por George R.R. Martin, autor que se dedicó al inicio de su carrera a la literatura de ciencia ficción, y que si bien tiene algunos textos de culto llegó a todas las librerías del mundo con esta saga de libros de fantasía.

A la fecha han sido publicados cinco de los siete libros que narrarán la historia de Westeros, un territorio conformado por siete reinos unificados bajo un mismo rey, pero que entra en crisis tras una serie de conflictos en la cúpula de la realeza.

En un juego de traiciones, dobles discursos, manipulación y demás estrategias que bien parecerían propias de un drama político, se desarrolla la historia de la lucha por el Trono de Hierro, los conflictos entre las familias de los Siete Reinos, y la búsqueda de identidad de una reina en el exilio acompañada por sus tres dragones bebés.

HBO acaba de estrenar la tercera temporada de la serie y ya se anunció que sacarán la cuarta para el 2014, y al parecer el proyecto es adaptar la saga completa, el problema es que no hay fecha para el lanzamiento del sexto libro.

Martin ha dicho que él seguirá su proceso a su tiempo, y que si la serie de televisión tiene que esperar, pues que espere. Pero lo que nos preocupa a los fanáticos de la saga es el hecho de que el hombre que nos tiene en ascuas es gordo y viejo, y en cualquier momento estira la pata y nos deja como novias de rancho.

Por fortuna -tal vez- él mantiene una comunicación constante con los productores de HBO para que, en caso de que le llegara a pasar algo -rezo a los Siete Dioses que no suceda-, la serie pueda continuar la historia aunque no sea publicada.

Sin embargo, a pesar de que la serie es muy apegada a los libros, en especial la primera temporada que es una copia casi exacta, a partir de la segunda temporada se han tomado libertades en cuanto a los personajes o desarrollo de la trama, que si bien no afecta para nada e incluso puede ser televisivamente más rentable, como seguidora de los libros es un poco desconcertante.

Por eso, uno bien puede leer los libros -lo cual es extremadamente recomendable-, o ver la serie -lo cual es extremadamente recomendable-, y tener una misma historia contada de maneras hasta cierto punto diferentes, pero sin perder la esencia.

Eso si, un detalle muy importante que uno debe de tener en cuenta al adentrarse a la historia de A Song… en cualquiera de sus modalidades es no clavarse con ningún personaje, porque en estos libros NADIE está a salvo.

Uno puede pensar que el personaje que a uno le gusta no le puede pasar nada, porque tiene que desempeñar un papel importante en los siguientes libros y PUM! No sólo muere, lo hace de una forma que te deja marcado por lo menos los siguientes meses. SPOILER: en la tercera temporada podremos ver muertes y cambios físicos de personajes muy interesantes; la sangre, el fuego, y el sexo, siempre el sexo, serán elementos fundamentales para esta tercera entrega, y claro, de las que estén por venir.