Componer es un momento de cuestionamiento, euforia y depresión.

Una vez que abrís una canción, no tenés más remedio que terminarla.

Si no la sensación es de coitus interruptus, horripilante, no te deja dormir.

Y cuando lo resolvés…, no quiero continuar con la analogía, pero sí: es como muy bueno, una intensa sensación placentera, de enorme gratificación y de contacto con lo divino.

(Entrevista a Jorge Drexler, por María Eugenia Ludueña, en la revista de autogestión Hecho en Buenos Aires, nº 47)

Imagen: http://media.zenfs.com/es_AR/News/reporteronline.com.ar

Xavier Rosas

@wachangel

La zona abisopelágica o abisal, corresponde al espacio oceánico entre 3 mil y 6 mil metros de profundidad, lugar en el que no llega la luz del sol y que por muchas décadas el ser humano se mantuvo también apartado de estas profundidades, al menos hasta que el cantautor uruguayo Jorge Drexler decidió retomar este recóndito espacio en sus letras musicales.

“Aventurémonos hacia las inciertas profundidades / vayamos verticalmente a la deriva / dejando que el vértigo nos acaricie / viendo alejarse allá arriba la superficie”, canta Jorge Drexler, quien este 28 de abril dará su primer concierto en la ciudad de Puebla, en Sala Forum, espacio alternativo en el que se han presentado artistas independientes como Fernando Delgadillo, Alejandro Filio, Mexicanto, Raúl Ornelas, entre otros. (Para saber cómo llegar dale click al siguiente link)

Antes de convertirse en  uno de los músicos más versátiles que actualmente existen, Jorge Drexler estudió medicina en Montevideo, su ciudad natal, y se licenció como médico otorrinolaringólogo, profesión que comparte con sus padres. Sin embargo, la música ya formaba parte en la vida del uruguayo, ya que en su juventud fue cantante de sinagoga (jazán).

Hace más de 20 años que  el cantautor uruguayo grabó su álbum debut “La luz que sabe robar”, bajo el sello discográfico Ayuí / Tacuabé, que también lo acompañaría dos años más tarde con su álbum Radar. Sería hasta 2005 cuando ganaría un Óscar por la mejor canción original “Al Otro lado del río”, convirtiéndolo en el primer uruguayo en ganar esta distinción.

Sin embargo, el andar en la música del también otorrinolaringólogo uruguayo se inclinaría recientemente por el mundo de las aplicaciones para móviles con “n”, proyecto musical de Jorge Drexler en las que se juega con “canciones combinatorias”, es decir, canciones sin terminar en las que el oyente puede jugar con la letra de la canción cambiando su orden y creando diferentes versiones de la misma.

Al igual que su trayectoria, pareciera que Jorge Drexler se ha inmerso en las profundidades del mundo abisal, descubriendo diferentes tonalidades en sus canciones, experimentando y compartiendo escenario con artistas como Joaquín Sabina, Kevin Johansen, entre otros. Así como las criaturas abisales han evolucionado de tal forma, que son capaces de sobrevivir en un mundo que carece de luz, asimismo el cantautor uruguayo muestra una evolución en su andar musical.