Lado B
Puebla se convierte en tierra de vaqueros
Oliver Rendón y Reversible presentaron el documental ganador del XVII Festival de Cine LGBT de Madrid
Por Lado B @ladobemx
01 de marzo, 2013
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Crónica de la tarde en que Puebla se puso botas, una camisa a cuadros y volteó a mirar como se vive la diversidad sexual en tierra de vaqueros 

Xóchitl Rangel

@xochitlrangel

“El que se sienta libre de pecado que tire la primera piedra”, pronuncia con la dificultad de sus 90 y tantos años Esperanza Amaya, cuyo rostro arrugado y lúcido se proyecta en la pantalla del café Musa en Puebla, durante el estreno en esta ciudad del documental En Tierra de Vaqueros.

Doña Esperanza, pese a su fuerte catolicismo, comprende a la perfección que todos los seres humanos son libres y no deben padecer remordimientos por amar.

Sin embargo, hay tierras donde amar parece un pecado, donde se puede ser perseguido por ello, sobre todo si los amantes son dos hombres con botas y la típica camisa a cuadros.

Foto: Memo Véjar

Foto: Memo Véjar

Y sobre eso ahonda En Tierra de Vaqueros: que todos los seres humanos son capaces de enamorarse, sin importar la orientación sexual o identidad sexogenérica.

El amor es equitativo, los homosexuales, heterosexuales, lesbianas, bisexuales, inter, trans, todos, sienten mariposas que revolotean en el estómago cuando están entusiasmados, o el dolor y la frustración de cuando el amor falla o termina.

El material del joven director Oliver Rendón, retrata la difícil tarea de asumirse homosexual en una región donde el machismo es una figura icónica. Asimismo proyecta la valentía de amar de formas distintas a la heterosexual en comunidades rígidas, agresivas e intolerantes a la diversidad.

El talentoso documentalista, que el pasado 22 de febrero presentó en Puebla su material,  reúne testimonios desde la diversidad, jóvenes deportistas, investigadores, taxistas, activistas, entre otros, que han tenido que soportar el yugo de la discriminación y el conservadurismo de todo un pueblo.

En Sonora, una aparente “tierra de vaqueros”, es inconcebible que el amor germine entre dos hombres fornidos, altos y de rasgos duros, enfundados en jeans, camisas a cuadros, botas con espuelas y sombrero.

Pero pasa, es natural -como en cualquier rincón del mundo- que el amor nazca entre dos mujeres o dos hombres, tan comprensible como que una mujer encerrada en la anatomía masculina decida adecuar su aspecto con el de su identidad genérica.

Hermosillo, equiparable con la mayoría de ciudades del país, poco a poco ha madurado y aceptado diminutamente la diversidad. Por ejemplo, los antros gays ya no son tan clandestinos y tal vez –existe la esperanza- un día las parejas andarán de la mano por las calles sin recibir una sola agresión.

Doña Esperanza, abuela del cineasta, aparece en distintas ocasiones a lo largo del cortometraje y sus frases retumban como una profunda enseñanza social. Su análisis está encaminado a promover el respeto a la libertad sexual.

Foto: Memo Véjar

Foto: Memo Véjar

En Tierra de Vaqueros, independientemente de evidenciar casos extremos de sectarismo como el del periódico El Imparcial, encargado de difundir artículos peyorativos sobre la homosexualidad, es una pequeña muestra del carácter discriminatorio que prevalece en el país.

Durante su proyección en Puebla, que fue posible gracias a la coordinación del equipo Reversible, En Tierra de Vaqueros generó un amplio debate entre los asistentes pero, más que eso, inyectó entusiasmo en torno a los retos –que significan posibilidad de conquistas- de la comunidad LGBTI en el terreno jurídico y social.

La finalidad del documental, como explica Oliver, es que la población heterosexual comprenda que hay maneras distintas de crear vínculos emocionales y afectivos a los establecidos por la mayoría.

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