Foto: Es Imagen

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

En agosto de 2011 María Isabel Gutiérrez Martínez, directora del Instituto Cisalva, y Marcos Fastlich, presidente de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica A. C. -y suegro de Emilio Azcárraga Jean-, entregaban al municipio mexiquense Cuautitlán Itzcalli su certificación como “Comunidad Segura”. Un año y cuatro meses después los índices delictivos lejos de disminuir aumentaron.

Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) a nivel municipal revelan un incremento en las denuncias por delitos cometidos del 10.5 por ciento entre los dos años.

En el acto protocolario realizado en Cuatitlán la directora del Instituto Cisalva, según reportó el diario El Universal, explicaba que “el certificado de «Comunidad Segura» no implica que la ciudad esté exenta de hechos violentos, sino que promueve programas sustentables en materia de educación, cultura, salud, medio ambiente, seguridad y justicia que ayudan a disminuir los índices de violencia”.

Lo cierto es que para finales de 2012 las cifras reportadas por las agencias del ministerio público ubicadas en el ayuntamiento mexiquense al SNSP muestran que hasta ese momento los resultados no han sido los esperados.

Y aunque en marzo de 2011 el entonces presidente Calderón, durante la entrega de la certificación de “Comunidad Segura” a Tuxtla Gutiérrez, presumió que cerca de 80 municipios más estaban buscando obtener el membrete, hasta el momento son sólo cinco las comunidades que ostentan el título.

La Comunidad Segura es un modelo de intervención de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control y la prevención de las lesiones y la violencia. Su característica fundamental es la creación de una infraestructura local para la prevención de las lesiones y la promoción de la seguridad mediante la cooperación entre los diferentes actores de una comunidad: gobierno, sector privado, organizaciones comunitarias y miembros de la sociedad civil.

Pero, prácticamente, lo único que se acredita es la existencia de infraestructura y de programas focalizados a grupos y temas como medio ambiente, salud, procuración de justicia, deporte, cultura y seguridad pública; y no se necesita demostrar si los programas se aplican y si son exitosos. Tampoco hay un número fijo de programas a acreditar.

Por ejemplo Tuxtla acreditó 23 programas entre ellos el Centro de Rehabilitación Teletón, un programa llamado “Amanecer” y el Sistema Integral de Manejo y Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos y Residuos de Manejo Especial.

Cuautitlán en cambio sólo acreditó 12 programas, entre ellos: Control y Reintegración Animal “Ángeles Peludos”, sus caravanas por la cultura y la educación y un programa de Cultura Ambiental y Desarrollo Sustentable.

La delegación Cuajimalpa integró como parte de sus 19 programas al “Módulo de licencias y pasaportes”, su “Miércoles Ciudadano” y el programa “Amor de pelos”.

Puebla presentó un paquete de 25 programas, entre ellos el “Rastro municipal”, y los de “Jóvenes Anfitriones Turísticos”, “Emprende Mujer” y “Familia: Fortaleza Poblana”.

En 2012, Chiapas como estado logró su certificación como “Comunidad Segura” acreditando 44 programas, algunos dedicados a la “Producción de Plantas Tropicales Forestales”, o el “Programa de Sementales Bovinos con registro Genealógico y Evaluación Genética” e incluso su “Programa Estatal de Activación Física”.