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Redacción

Wikileaks surgió como un movimiento a favor de la libre expresión en el mundo, “para que la información no estuviera en manos sólo de los poderosos” planteó Kristinn Hrafnsson, portavoz de la organización fundada por Julian Assange.

La afirmación se dio durante la participación del vocero en la presentación del libro México en WikiLeaks, WikiLeaks en La Jornada, obra que recopila la información generada a partir de los cables informativos que esta organización difundió y fueron trabajados periodísticamente por el diario La Jornada, como parte de las actividades por el 30 aniversario de la Licenciatura en Comunicación en la Universidad Iberoamericana Puebla.

Hrafnsson manifestó que se les ha considerado como un grupo terrorista, no obstante, aseguró que la información que han publicado no atenta contra ningún ser humano. Lo que pretende WikiLeaks, resumió, es terminar con la secrecía gubernamental, la cual se ha incrementado desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

De igual forma el representante de WikiLeaks enfatizó que no deben ser vistos como héroes, ya que su trabajo consiste solamente en exponer al mundo la problemática social actual. “Lo único que hacemos es estar del lado de la verdad”, resaltó al tiempo de afirmar que “no hay peor cárcel que vivir en la ignorancia”.

Por su parte, la investigadora de la Ibero Puebla, María Eugenia Sánchez Díaz de Rivera, comentó que el trabajo realizado por WikiLeaks representa “aire fresco” en un mundo dominado por grandes poderes. Asimismo, apuntó que esta organización ha demostrado que el poder y el orden no son omnipotentes.

Sánchez Díaz de Rivera precisó que el trabajo de WikiLeaks trastocó las prácticas periodísticas en el mundo y ha presionado a las autoridades desde una exigencia de apertura y transparencia.

Pedro Miguel, columnista del periódico La Jornada, señaló que el poder ejerce una fuerte influencia en los medios de comunicación, impidiendo sacar la verdad de ciertos asuntos a la luz pública. Destacó que los cables difundidos por el rotativo sobre asuntos nacionales representaron un duro golpe al aparato político, no obstante, acotó que no tuvieron la repercusión que se esperaba.