Claudia Ocaranza Abascal | Cimac

México, DF. La culpa inculcada por la Iglesia católica, la influencia de grupos conservadores y la falta de información sobre derechos sexuales y reproductivos son amenazas que atentan contra el derecho a decidir de las mujeres, coincidieron expertas durante la mesa redonda “La lucha feminista por la despenalización del aborto en México”.

Al hacer un balance de ese movimiento social, las feministas Marta Lamas, Anilú Elías y Teresa Incháustegui señalaron que si bien la despenalización en 2007 del aborto en el DF es un logro, aún no termina la defensa del derecho a decidir de las mujeres.

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Para las especialistas, el aborto todavía es visto como un tabú porque así lo han considerado los grupos conservadores, cuando el derecho a decidir de las mujeres no se reduce a estar a favor o en contra de la interrupción del embarazo, sino a su libertad para pronunciarse sobre la maternidad y definir un proyecto de vida. 

Tal decisión no debería ser “estigmatizada”, apuntó Incháustegui, ex diputada presidenta de la Comisión Especial del Feminicidio en la pasada Legislatura federal.

Anilú Elías, cofundadora del Movimiento Nacional de Mujeres en 1972, criticó que la Iglesia católica y los grupos conservadores juzguen a las mujeres que abortan y han evitado que haya un debate público sobre el tema provocando un vacío de información.

Las más afectadas por esa falta de información son las adolescentes de zonas rurales, quienes no tienen acceso a métodos anticonceptivos ni a la interrupción de un embarazo no deseado, señaló Lamas, fundadora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) y pionera en la lucha por el derecho a decidir.

Para ellas las oportunidades de vida se reducen al llevar a término esa gestación, toda vez que truncan sus estudios y después les es imposible encontrar empleos bien remunerados, dijo la directora de la revista Debate Feminista. 

Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2009 la tasa de fecundidad en jóvenes de 12 a 19 años de edad fue de 36.4 nacimientos por cada mil mujeres, lo que representa más de 300 mil hijas e hijos de madres adolescentes cada año. La mayoría de esas jóvenes viven en zonas rurales, carecen de información en salud y derechos reproductivos, y no acceden a métodos anticonceptivos ni al aborto, 

Con datos como los anteriores las feministas panelistas propusieron que los siguientes pasos del feminismo en pro de deben ir enfocados a “volver a su primera revolución”, es decir

Anilú Elías convocó a las feministas a realizar “pequeñas provocaciones” con debates y actos públicos, para defender el derecho de las mujeres a la interrupción legal del embarazo.

Incháustegui, también ex directora de Evaluación y Desarrollo Estadístico del Instituto Nacional de la Mujeres, subrayó que se debe contrarrestar el poder de las televisoras que desde 1991 no transmiten a nivel nacional un debate sobre el aborto.