Lado B
Toñotón y su televisión comunitaria
"Yo quería hacer un programa porque veía que había muchas necesidades"
Por Lado B @ladobemx
07 de enero, 2013
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Quitzé Fernández

@QuitzeFernandez

San Antonio de las Alazanas. En el cielo de Coahuila, muy pegado a la sierra. Un hombre instaló lo que él llamó una televisión comunitaria que transmite a más de 20 pueblos de la montaña. Y este febrero de 2013 cumple 24 meses al aire, donde ha regalado de todo.

Cada domingo, José Antonio Valdés aparece de 8 a 10 de la noche en el canal 46 de cable, en el programa ‘Conociendo a nuestra gente’. Su hablar atropellado se desborda por la emoción de regalar algo en esa comunidad rodeada por el Cañón de San Antonio, donde viven cerca de 3 mil habitantes que despiertan y duermen bajo la niebla.

Una comunidad donde hay muchas carencias y pobreza que contrastan con paisajes de acuarela.

José Antonio ValdésFoto: Joel Barrera

José Antonio Valdés
Foto: Joel Barrera

—Yo no conocía de esto de cámaras, vino un chavo que trabaja en una televisora. Yo quería hacer un programa porque veía que había muchas necesidades. Lo que la gente necesita es que alguien se preocupe por ellos.

Empezaron en las oficinas de MassTv, el sistema de cable donde Toño trabaja instalando antenas. No tiene un padrón preciso de cuántas antenas hay en San Antonio y en los pueblos cercanos, pero es la única forma de ver televisión en el lugar.

El contrato cuesta 200 pesos, por mes 150. Toño afirma que más del 50 por ciento de la gente de los alrededores tiene cable.

—No sabía nada de aparatos, decía: ‘¿Estás madres funcionan con leña?’. No teníamos nada, poníamos un trapo en el fondo.

El primer programa que transmitió, invitó a una partera que lleva más de 100 nacimientos, de ahí ha obsequiado sillas de ruedas, andaderos, bastones. Ha regalado más de mil despensas con apoyos de comerciantes del lugar.

—Me emociono porque siento que todos podemos hacer algo por la gente. Nunca vamos a cambiar nada, cambia tú mismo, y cuando cambies vas a poder cambiar todo.

Una de las historias que más lo ha marcado es la de Ana Torres, una muchacha que necesitaba un trasplante de médula.

—La operación costaba 270 mil pesos. Hicimos eventos, juntamos dinero en botes. En dos semanas reunimos cerca de 100 mil pesos. Yo sé que todo lo hace Dios. Si nos unimos y nos organizamos podemos hacer mil cosas. Siempre quise un programa de valores, de respeto, de solidaridad.

***

Toda la vida Toño ha sido comerciante. Toda la vida ha querido ayudar a la gente. Nació en San Antonio de las Alazanas, la ‘Sucursal del Cielo’ la llama él.

Estudió hasta secundaria. 46 años: tres hijos, cuatro hermanos.

Es hijo de José Antonio Valdés Rodríguez, quien murió hace dos años, y Blanca Celia Ibarra Ovalle. De su padre aprendió una frase, que ahora lo sigue por todos lados: “…Enséñate que la palabra vale más que el papel…”.

Sus padres tuvieron una tienda de abarrotes; luego él también. Un día se le presentó la oportunidad de instalar antenas. Solía, a veces, juntar dinero y electrodomésticos, cerrar las calles y organizar fiestas para regalar lo que conseguía.

Contratado en el sistema de cable, el dueño le propuso hacer un programa.

Así que le dieron una PC armada, una repetidora, una pequeña mezcladora, una cámara Sony DCR-DVD201 y un televisor Samsung de 19 pulgadas. Su hijo Toñín, de 18 años, es quien la hace de ingeniero de audio, sonido, camarógrafo, técnico, carga cables y lo que haga falta.

“…Quiero hacer un programa porque hay mucha gente necesitada…”, repitió. Y ahora todos lo conocen en esas dos horas de transmisión donde no hay cortes comerciales, ni anuncios del gobierno, ni propaganda proselitista.

—Yo soy la voz de los que no tienen voz. A veces llegan los candidatos y me dicen: ‘Échame la mano’. Les digo que ni madres.

***

La idea principal era que su hijo Toñín tuviera un programa, pero salió un mes después que el de su papá. Y se transmite antes que ‘Conociendo a nuestra gente’, es de música variada. No con el mismo éxito que el de su padre.

José Antonio ValdésFoto: Joel Barrera

José Antonio Valdés
Foto: Joel Barrera

Pero juntos realizaron “El Toñotón” y “El Chaquetón”, donde regalaron más de 400 chamarras, despensas y cobijas a comunidades de la sierra de Coahuila y Nuevo León.

Hubo gente que le cuestionaba el hecho de obsequiar en Nuevo León, respondía: “…El frío y el hambre son en todos lados…”.

Su mayor sueño es comprar una ambulancia de 400 mil pesos para el Centro de Salud de San Antonio de las Alazanas, porque mucha gente muere de males curables. Y lo hará otra vez a través de boteo, como con Ana Torres.

Ha habido programas en que ha recibido hasta 150 mensajes de texto a su celular Alcatel color azul con las letras y números borrados a causa del uso. Con ese aparato tiene cuatro años; ese aparato ha sido el único en su vida.

En su programa también ha recuperado carteras, puercos y vacas extraviadas.

—Aquí nos la cotorreamos bien padre. Somos bien mitoteros en el rancho. Hay gente que llega, me dicen: ‘Toño ¿Te puedo dar un abrazo? Estamos orando en nuestra iglesia para que Dios te siga bendiciendo’. Nunca en mi vida había mandado tantos saludos.

Desde el nacimiento de su programa, Toño ha apadrinado a 45 niños. Primeras comuniones, graduaciones, cualquier cosa. Piensa volver a trasmitir su programa católico ‘Comunidad familia de Dios’, el que estuvo un tiempo al aire.

Todo lo que ha vivido ha cambiado su vida.

—Yo no era muy chillón. Todo de aquí es muy rústico, pero soy feliz.

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