Lado B

“Los cuerpos, cubiertos de barro y lodo, se van amontonando en la orilla del riachuelo a su paso por el distrito de Al Sendian, en la ciudad de Alepo. Todos presentan un solo orificio de entrada. En la nuca”, relata Antonio Pampliega, periodista de El País.

La violencia en Siria continúa incrementándose. Este martes el hallazgo de 108 cadáveres que presentan rasgos de tortura se suma a las matanzas colectivas que en este país han ensombrecido su historia.

“Niños, ancianos, adultos, adolescentes, pero entre los 68 cuerpos; ni un sólo uniforme militar. Ni una guerrera. ‘Son todos civiles’, apunta un soldado del Ejército Libre de Siria (ELS).

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) precisó que la mayor parte de los cadáveres tenían disparos en la cabeza y que las edades de las víctimas oscilaban entre los 20 y los 30 años.

Desde marzo de 2011 a noviembre de 2012 se estima que al menos 60 mil personas han perdido la vida en el conflicto sirio, de acuerdo a informes de Naciones Unidas (ONU); sin embargo, de acuerdo a informes dados a conocer por el OSDH el número de víctimas oscilaría entre los 90 mil muertos.

Miembros del ELS y activistas de la oposición al régimen de Bashar al Asaad hicieron el descubrimiento de los 108 cadáveres amontonados en la orilla del río Quweiq, en Bustan al Qaser, barrio situado en el suroeste de Alepo, provincia del norte de Siria.

“No es la primera vez que el régimen ejecuta a civiles y deja sus cuerpos en mitad de un vertedero o en la calle para que nosotros los recojamos; pero desde luego es la primera vez que hemos recogido tantos cadáveres al mismo tiempo”, apunta un soldado perteneciente al ELS.

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