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Arturo Cravioto

@Chukarthur

Para el vocero del Consejo Democrático Magisterial Poblani (CDMP), Miguel Guerra Castillo, la oposición del ala oficial del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) a la reforma educativa impulsada por la Presidencia de la República es una simulación.

Ante la aprobación de dicha iniciativa en 19 entidades y el inicio del cabildeo en el Congreso poblano para hacer lo propio, el vocero del magisterio disidente, al considerar que la reforma atenta contra los derechos de los maestros, exhortó al Legislativo local a no aprobarla ya que, además de ser un golpe contra los derechos de los trabajadores de la educación, también es una medida privatizadora que busca desmantelar a la escala pública, las cual, de fondo, ha sido impulsada por el SNTE con la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE).

«El SNTE elbista está pronunciándose contra la reforma, pero lo vemos como una actitud falsa y simuladora ya que todos sabemos que Elba Esther impulso la ACE y la evaluación universal, sin embargo ahora dicen que se oponen a la iniciativa, lo cual es una grave contradicción, una medida de simulación; lo esencial a la reforma fue propuesta por La Maestra como un instrumento del gobierno y ahora resulta que quieren defender la educación y los derechos laborales, eso es una absoluta contradicción», aseveró.

Por ello, Guerra Castillo sentenció que si los diputados locales son conscientes y en verdad quieren representar los intereses del pueblo, deben cuestionar el sentido de fondo de la reforma ya que el derecho a la educación y la situación laboral de los profesores de la entidad están en riesgo, por lo que «no deben aprobarla, aunque no hay que ser ingenuos, sabemos que lo van a hacer».

Finalmente, anunció que, a diferencia del SNTE oficial, el magisterio disidente va a hacer una campaña auténtica por promover amparos individuales de los maestros que quieran sumarse para echar abajo la medida.

Aunado a lo anterior, a pesar de que todavía no hay una agenda programada, los simpatizantes del CDMP y organizaciones laborales y campesinas, impulsarán manifestaciones y toma de vialidades, de manera pacífica, para combatir la reforma del presidente Peña Nieto y llevar a cabo las medidas de resistencia para, «genuinamente» echar abajo la iniciativa y presionar al Congreso estatal para que no la apruebe.