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Lado B

@ladobemx

“Sé que en cualquier momento puedo morir. La muerte está a nuestro alrededor”, sentencia Mohammad, ciudadano sirio que al igual que miles de sus compatriotas ha sufrido los estragos del conflicto armado en dicho país.

Entrevistado por El País, Mohammad señala que las fuerzas de Bashar al Asaad no distinguen entre los rebeldes y la población siria en sus ataques: “disparan indiscriminadamente contra el hospital Dar al Shifa, contra los puestos de comida que hay en la calle o contra las panaderías”, sentencia mientras observa como su casa arde en llamas luego que un helicóptero disparara dos cohetes contra el edificio.

Al igual que él, muchos pobladores de Siria han visto cómo sus hogares quedan reducidos a cenizas por los bombardeos constantes del régimen de Basar al Asaad, y su única esperanza suele ser emprender el largo recorrido hacia Turquía o Líbano, donde formarán parte de los cientos de miles de refugiados.

“Durante las guerras civiles de 1975-1990,  y en la última del verano del 2006, centenares de miles de libaneses encontraron refugio en Siria, mientas que ahora son los habitantes de este país los que huyen de su guerra confusa y caótica, llegando a la vecina tierra levantina”, escribió el pasado viernes Tomás Alcoverro, corresponsal de “La Vanguardia” en Oriente Medio desde 1970.

“En el pasado nunca rezaba, ahora lo hago todos los días porque posiblemente sea el barrio más peligroso del mundo”, comenta este Mohammad.

Lea el artículo completo de El País titulado “David resiste a Goliat en Alepo”, en el siguiente link.