Lado B
Migrantes desaparecidos, el derecho a la verdad
 
Por Lado B @ladobemx
12 de septiembre, 2012
Comparte

México. Ante la falta de voluntad y mecanismos oficiales para localizar a los innumerables migrantes –mexicanos o centroamericanos- desaparecidos en México, organizaciones sociales y familiares se han visto obligados a buscar indicios de su paradero en albergues, caminos y fosas comunes o clandestinas.

“Nos faltan dos semanas para concluir la primera etapa de exhumación de 40 cadáveres en Tapachula, y para continuar con las demás rutas”, declara Miguel Ángel Paz Carrasco, coordinador de Voces Mesoamericanas de Acción con Pueblos Migrantes.

Tomada de desinformemonos.org/

“Buscamos personas que pudieron haber pasado por albergues y que pudieran no estar vivas: hacemos caravanas y caminatas, y revisamos lugares con ayuda de fotografías y con investigación forense”, detalla Paz Carrasco.

El 20 de agosto comenzó la exhumación de 40 cadáveres enterrados en fosas comunes del cementerio “Jardín de Tapachula” y del panteón ejidal de Ciudad Hidalgo, municipio de Suchiate, Chiapas. Quince de los cadáveres corresponden a migrantes guatemaltecos, salvadoreños y hondureños.

Esta exhumación forma parte de una iniciativa de organizaciones civiles, comunitarias y de familiares que buscan a personas desparecidas y no encontradas. Buscan generar un banco de datos forenses para desaparecidos y una base de datos de restos no identificados.

“Éste es un primer momento; se trata de ir a las fosas comunes de panteones municipales que se encuentran a lo largo de estas rutas, y que se unen a las vías del ferrocarril”, explica el activista.

En el trabajo de laboratorio se realizan pruebas de ADN para encontrar los perfiles genéticos de los restos de personas exhumadas. Una vez que se cuenta con estos perfiles, se cruzan con la información proporcionada por los familiares que buscan a sus conocidos; pueden ser mexicanos o centroamericanos. “Esto es lo que estamos haciendo con los 40 migrantes encontrados en Tapachula, Chiapas”, explica Paz Carrasco.

Son miles los centroamericanos que anualmente cruzan la frontera con México, la más grande del mundo, muchos de ellos expulsados por la violencia estructural que viven en sus países.

La distancia que deben recorrer los migrantes entre la frontera sur y la norte es de 3 mil 153 kilómetros. A lo largo de este recorrido, tendrán que pasar en camión de pasajeros, en tren, escondidos en pipas, y cruzarán territorios controlados por distintas bandas de narcotraficantes.

La mayoría son salvadoreños, nicaragüenses o guatemaltecos, y arriesgan la vida en los interminables caminos después de salir de su comunidad para llegar a la Bestia, el tren de la muerte que va a la frontera con Estados Unidos. En este camino, hombres, mujeres y niños se enfrentan a sicarios y narcotraficantes que los extorsionan, secuestran, esclavizan o asesinan.

Lea el reportaje completo de Desinformémonos aquí.

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion