La situación en Siria continúa bajo la sombra de violencia que ha marcado el intento por derrocar al régimen de Bashar al Asaad por parte del Ejército Libre de Siria (ELS) y los constantes bombardeos del gobierno.
El número de muertos va en aumento, así como el de los refugiados que encuentran en países vecinos el resguardo de sus vidas –a pesar que esto no implique mejorar la calidad de ésta-.
Ante este escenario, historias como la de Abdel Basset Sarout, ex arquero de la selección sub-21 y sub-23 de Siria llaman la atención. Con tan sólo 20 años, “se transformó en uno de los íconos revolucionarios del levantamiento”, relata el medio digital El Puercoespín.
“Empezó su camino futbolístico a los ocho años, entrenando en Al-Karameh, el club más importante de Homs. Sus arqueros preferidos eran Iker Casillas y Gianluigi Buffón. Era fanático del fútbol y por eso iba cotidianamente a la cancha a ver a su equipo. Si bien podía ir al estadio con tranquilidad, en la casa, tanto él como sus 12 hermanos, tenían prohibido hablar de política (…) En 2011, Siria siguió los pasos de las revueltas de Túnez y Egipto. Basset, en un principio, asegura haber dudado, “pero cuando el primer mártir cayó, mi decisión estaba tomada”. Entonces, ya a los 19 años, era encargado de hacerse del micrófono y liderar los cantos en las manifestaciones”, relata el texto publicado en el portal argentino.