Lado B
#Yosoy132-Puebla: un largo camino aún por recorrer
Para algunos es un monstruo sin cabeza, un movimiento fracturado que no ha logrado consolidarse en la entidad
Por Lado B @ladobemx
15 de agosto, 2012
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Los antecedentes de movimientos sociales en el estado generan un esceptisismo hacia el recién nacido #Yosoy132-Puebla / Para algunos es un monstruo sin cabeza, un movimiento fracturado que aún no logra consolidarse en la entidad / #Yosoy132 debería fortalecer sus reclamos como sociedad civil en la búsqueda de una “colonización” de los partidos políticos: JRLRC

Xavier Rosas

@wachangel

Las preguntas en torno a #Yosoy132-Puebla son muchas. Se desconoce cómo funciona y quiénes lo conforman: para algunos es un monstruo sin cabeza, vulnerable a ser utilizado por grupos de activistas o con cierta inclinación política, también existe la idea de que es un movimiento fracturado o compuesto por grupos independientes de diferentes instituciones, lo que ha impedido percibir sus logros y consolidarse, a diferencia de lo que sucede en la capital del país.

A nivel nacional, #Yosoy132  es un movimiento social además de un concepto que despertó a la juventud mexicana, ampliamente cuestionada por no participar en la vida política del país y mantenerse a la expectativa durante varios años. Su génesis hizo contrapeso en las pasadas elecciones presidenciales, brindando a un sector de la población –principalmente estudiantes universitarios- una vía para manifestarse sobre el proceso electoral –la imposición de un candidato-, así como la falta de democratización de los grandes medios de información.

Foto: Marlene Martínez.

Pero en el caso particular de Puebla, este movimiento “todavía no logra constituirse o no se ve todavía una acción de una coordinadora que agrupe a las distintas instituciones de educación pública y privada. A mí me ha tocado percibir en parte lo que es #132 en la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP)”, dice Gustavo López, catedrático de la licenciatura en Sociología de dicha institución y quien también participó como consejero de la Junta Local del Instituto Federal Electoral (IFE) en los pasados comicios.

En respuesta a la convocatoria para la Primera Asamblea General  #YoSoy132 en las Islas de Ciudad Universitaria en la UNAM, asistieron dos grupos de la BUAP.

–La delegación de Puebla del #132 en la primera Asamblea General no fue reconocida. Ninguna de las representaciones fue reconocida precisamente por esta pugna que se da al interior de la BUAP -explica el también antropólogo Gustavo López.

Proceso dio a conocer que activistas estudiantiles que asistieron al evento denunciaron que el rector, Enrique Agüera Ibáñez, y la Liga Estudiantil Democrática –ambos ligados al PRI- habían hecho intentos por infiltrar el movimiento estudiantil #YoSoy132-BUAP.

Asimismo, señaló que una situación similar se presentó en la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), donde su rector, Luis Ernesto Derbez, interfirió en la conformación del contingente de la casa de los Aztecas.

–Creo que tenemos en Puebla antecedentes muy interesantes de movilizaciones –recuerda Gustavo López-. Cuando nace la molestia contra el ex gobernador Mario Marín por el ataque a la periodista Lydia Cacho, la protesta social fue creciendo y después, por las pugnas que se desarrollan a nivel organizativo, por capitalizar el movimiento, termina fracturándose y diluyéndose, al grado que después sólo vemos unas cuantas movilizaciones en el zócalo.

Foto: Marlene Martínez.

#Yosoy132-Puebla: una marca, muchos grupos, pocas respuestas

Para Antonio Attolini, representante de la Asamblea Local del Itam del #YoSoy132 en el DF y uno de los actores sociales que ha salido a la luz a raíz del nacimiento de la protesta, “#Yosoy132 se ha vuelto la marca de protesta por excelencia en este momento; siempre que  alguien tiene una agenda que posicionar la remite a ser el #132”.

Este movimiento ha logrado unir a diferentes grupos que, sin compartir su filosofía o posición política, salieron a las calles previo y post a las elecciones presidenciales del pasado 1º de Julio para protestar contra la imposición del candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, y exigir veracidad a los medios de comunicación.

Sin embargo, en el caso de Puebla, a pesar que el movimiento enarbola la filosofía de “estudiantiles de base, apartidistas, laicos, solidarios y cívicos” y que han organizado y participado en distintas marchas, su trabajo parece estar ensombrecido por la falta de coordinación entre los nodos de las diferentes instituciones, y con el resto de la sociedad.

Para Sofía Sánchez, profesora de primaria y asistente a las marchas en la capital, el #Yosoy132-Puebla: “es un grupo de estudiantes que quieren hacer algo por el país, pero siento que entre ellos no están plenamente organizados. Las ideas que tienen se contradicen y por eso es que no los apoyo”.

Por su parte, Gustavo López considera que: “el movimiento en el estado debe tener una agenda más amplia y potente que les permita incidir en la agenda pública y donde el cabildeo tiene que ver; es decir, sentarse con las fuerzas políticas e incidir en esa modificación de status quo para conseguir una parte de esos reclamos”.

En la relatoría de la Asamblea Estatal Inter-universitaria realizada el 15 de Julio en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la BUAP, el movimiento expone la importancia de consolidar una estructuración formal en el estado, asegurando que “mantendrá un carácter de horizontalidad con sus integrantes», así como será un enlace con los distintos grupos de la sociedad.

Lado B buscó a Mariana e Iván,  integrantes de #Yosoy132-Puebla de la FDyCS de la BUAP, con el objetivo de saber cuál es el papel que juegan en el estado, qué avances han logrado, si hay un trabajo interuniversitario como el que se observa en el DF o incluso cosas más simples como los requisitos para formar parte del movimiento. Sin embargo, parece que existe una «paranoia» por parte de sus integrantes, ya que sin dar explicación alguna luego de contestar la llamada, su respuestas quedaron en la grabación que Telcel brinda a los usuarios cuando apagan su celular; cabe señalar que los intentos por contactarlos fueron varios -más de 10-. Aunado a ello, no hubo contestación a las solicitudes de entrevistas vía correo electrónico con el sitio oficial de #Yosoy132-Puebla.

Y es que en esta página se asegura que se “contará con un apartado de libre expresión para fomentar la participación ciudadana así como hacernos propuestas, comentarios o ideas” pero, al menos hasta ahora, no existió para este medio de comunicación.

Foto: Marlene Martínez.

Antecedentes de la fuerza de los universitarios en Puebla

En Puebla existen dos antecedentes de movimientos universitarios con peso en la agenda política.

Humberto Sotelo Mendoza, coordinador de investigación del Programa de Estudios Universitarios Comparados de la BUAP, relata en su texto “1972-1973, Puebla de los Demonios”, que en esos años las movilizaciones estudiantiles lograron cambios significativos en la entidad al consolidar a los universitarios como un grupo de poder que tenía incidencia en sus gobernantes.

“Se unen como un solo hombre las ‘fuerzas vivas’ de la entidad con el propósito de aplastar al movimiento democrático-popular que estalla en esa etapa, y que tuvo su epicentro en la Universidad Autónoma de Puebla (…) el movimiento universitario popular de los años de 1972-1973 constituye un hito decisivo en la vida moderna de Puebla, ya que a partir de entonces los gobiernos que sucedieron al de Bautista O’Farril se vieron obligados a respetar la autonomía de la universidad, y a brindarle un tratamiento político a los problemas sociales”, señala.

Sin embargo, previo a la destitución de Bautista por los conflictos con universitarios y la fuerza con la que contaba la UAP en aquellos años, también hay antecedentes en el periodo del gobernador Antonio Nava Castillo, quien duró 20 meses y 20 días en el cargo por un conflicto estudiantil conocido como “el problema de la leche”.

Foto: Marlene Martínez.

Un movimiento sin agenda a largo plazo

–Cuando el movimiento social se centra en sus demandas, tarde o temprano hay un proceso de desgaste en sus mismas bases y la imagen que representan en sus colectivos. Creo que no hay una agenda a largo plazo y obviamente que hay un momento en que esas demandas se van desgastando (…) desafortunadamente después de 12 años de un cambio en el gobierno federal y dos en el gobierno estatal, no se expresa todavía en estos espacios el reconocimiento pleno de la ciudadanía y se siguen reproduciendo estas formas de control antidemocráticas. Seguimos anclados en la vieja cultura política, donde creo que se va a necesitar un mayor esfuerzo del #132, al menos en la  BUAP, para marcar su autonomía y su distancia –opina el antropólogo Gustavo López.

Por su parte, José Ramón López Rubí Calderón, investigador y coordinador del Departamento de Publicaciones del «Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico» de la BUAP, considera que los orígenes del movimiento #Yosoy132 son inciertos, así como su cercanía y simpatía con la izquierda.

José Ramón López Rubí Calderón señala que a razón de constituirse como un movimiento apolítico y no antipolítico, #Yosoy132 debería fortalecer sus reclamos como sociedad civil, presionando, criticando y cuestionando a los partidos políticos en la búsqueda de una “colonización” de éstos, para lograr los cambios que son necesarios para la democracia en México; así como consolidar el contrapeso que la sociedad debe ejercer sobre sus gobernantes para la toma de decisiones.

En el mismo sentido se expresa Gustavo López: “conviene a las mismas instituciones que, al tener reclamos muy específicos, se evita que los conflictos se alarguen y se logran acuerdos políticos”.

Foto: Marlene Martínez.

Un largo camino por recorrer

Sofía Sánchez cree que el movimiento #Yosoy132-Puebla mantiene barreras al interior que se ven reflejadas en las marchas: “me he dado cuenta que son un tanto elitistas, porque ellos se identifican entre instituciones. Tienen bien marcado quiénes son y de dónde son”.

Más allá de la cercanía que existe con grupos políticos como Morena Universitaria, la Liga Estudiantil Democrática o grupos de activistas, así como la identificación de una estructura con bases sólidas que genere un trabajo coordinado entre las instituciones para con la sociedad, el #Yosoy132-Puebla continúa realizando diversos eventos y asambleas sin dejar en claro el objetivo al que quiere llegar y cómo lo logrará.

–Creo que es importantísimo que #Yosoy132 ha tratado de ir definiendo los puntos centrales de la agenda (…), creo que debe pasar por fórmulas más creativas, más autónomas, y debe haber una participación real del conjunto de la comunidad universitaria, y no terminar en otra estructura de activistas. Ha sido más en un terreno declarativo, y no en términos de documentos acabados, los cuales requiere para consolidar su autonomía como ha ocurrido en el Distrito Federal -plantea Gustavo López, antropólogo de la BUAP. .

Y agrega: “creo que el #132 está poniendo sobre la mesa, al menos en el terreno de sus prácticas, el cuestionamiento a la ciudadanía acotada. Siento su digna rabia. Me parece un acto de autoridad moral el poder cuestionar, pero tienen un camino que recorrer y no dudo que lo hagan”.

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Autor Lado B
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