Este fin de semana se registró una de las masacres más grande desde el inicio del conflicto en Siria. Abdelbaset Sieda, presidente del Consejo Nacional Sirio denunció los asesinatos ocurridos este sábado en Daraia, un pueblo de la provincia de Damasco, en la mezquita Abu Suleiman al Dirani, en donde unas 200 personas murieron a manos del régimen de Bashar al Asaad, entre ellas nueve mujeres y tres niños.
«No queremos que la comunidad internacional derroque el régimen de Al Asad: hacerlo es nuestra responsabilidad como pueblo sirio en lucha; pero sí exigimos que la comunidad internacional proteja a los civiles», señaló.
Y es que tan sólo este fin de semana más de 300 personas, entre ellas mujeres y niños, han muerto en la reciente operación militar lanzada por el régimen sirio contra la población de Daraya, en la periferia de Damasco, dieron a conocer diversos medios de comunicación sirios.
Univisión informó que el activista Yafar al Jeir, coordinador de la red Sham, indicó que el número de fallecidos asciende a 330, “debido a los duros bombardeos sufridos los últimos cinco días”; aunado a las ejecuciones sumarias perpetradas este sábado, cuando perdieron la vida al menos 200 personas.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que los ataques perpetrados por las fuerzas de Bashar al Asaad causaron un gran número de muertos. Ante estos hechos, el Consejo Nacional Sirio (CNS), he hecho un llamado para que se realice una intervención militar a cargo de la comunidad internacional tras las masacres de este fin de semana.
Por su arte, el presidente Bashar al Asaad, reiteró que estos hechos son producto de un complot de “fuerzas externas”, y que “no permitirá que este plan tenga éxito sea cual sea el precio». Estas declaraciones han tenido lugar durante una reunión en Damasco con el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Alaedin Bruyerdi, informó El Mundo.