•  Dos elementos serán de peso en la selección de candidatos: Peña Nieto y Moreno Valle

Ernesto Aroche | Joseline Santos | Mely Arellano

@earoche | @joss_santos | @melyarel

La ausencia de un «primer priísta» en la entidad –el PRI quedó «huérfano» al perder la gubernatura– ha abierto camino para que un puñado de militantes tricolores salga a pelear la candidatura principal de las 243 que estarán en juego en el proceso electoral del 2013: la presidencia municipal de Puebla.

Y los grupos ya se mueven: dogeristas, ex marinistas, y otros más habrán que deberán crear de los fragmentos que quedaron del partido sus propios grupos.

Dos elementos serán, además, polos de atracción en la selección de candidatos, por un lado el grupo de Peña Nieto que controla la presidencia de la República y por el otro, a pesar de que está en otra trinchera política, el gobernador del estado: Rafael Moreno Valle, no en balde los propios priístas reconocen la influencia que ejerce el panista en algunos de sus dirigentes.

Lado B revisó los perfiles de los ocho suspirantes a la contienda interna tricolor de los cuales deberá salir el candidato a la alcaldía poblana y seguramente algunos diputados locales.

 Enrique Doger Guerrero

Foto: Archivo Lado B. Joel Merino

Enrique Doger Guerrero no estaba seguro de lanzarse como candidato a la diputación, tenía los ojos puestos en repetir como presidente municipal de la capital poblana –ya estuvo en el periodo 2005-2008– y su paso por el Congreso local lo ubicaba perfectamente en tiempo para saltar de la curul a la campaña por la silla central del cabildo.

Salir a una campaña era no sólo exponerse al desgaste social y mediático sino además poner en juego su capital político muy pronto, y ya sabe que “el que se mueve no sale en la foto” (Fidel Velázquez dixit).

¿Qué lo impulsó a dejar la comodidad de su curul y de sus cálculos políticos para lanzarse a las calles? Sólo él y su gente más cercana lo saben, pero si bien el ex rector de la máxima casa de estudios logró sumar un triunfo a su rosario de buenas cuentas también es cierto que tendrá que dejar en breve la curul federal para competir primero por la candidatura al interior de su partido, y luego por la presidencia municipal, en un momento en el que el brincoteo entre cargos de elección popular se ha vuelto un peso muerto para los políticos, al menos entre algunos sectores de la sociedad.

Aunque eso parece no ser un elemento de reflexión para el médico de profesión, se titulo en 1980, que llegó a la alcaldía apoyado por el gobernador Melquiades Morales –Mario Marín, entonces candidato a la gubernatura había perfilado a Mario Montero para esa candidatura—, recién terminado el proceso electoral de julio su gente comenzó a promocionarlo a través de las redes sociales.

Al ser cuestionado al respecto el priísta dejó en claro que el cifra sus aspiraciones “en los ciudadanos”. De conseguirlo quedaría justo en la antesala del relevo a la gubernatura.

Doger no está solo, pragmático como es ha mantiene cercanía con el exgobernador Manuel Bartlett –y con él con la izquierda petista y amlista– a través de Ignacio Mier ex presidente estatal del tricolor que participó muy de cerca en la campaña al senado, con el sindicato de trabajadores del municipio que dirige Israel Pacheco, entre otros aliados, y mantiene un pie puesto en la dirigencia municipal del PRI a través del secretario general Iván Galindo.

Foto: Es Imagen

Enrique Agüera Ibáñez

El único reflector de Enrique Agüera Ibáñez en el ámbito político poblano se lo dio la rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), toda vez que el doctor en Administración no ha participado en otras actividades políticas.

Su responsabilidad en la universidad más importante del estado podría ser factor suficiente para acreditarse la candidatura a la capital poblana, así fue con su antecesor Enrique Doger Guerrero, quien inició su carrera política tras dejar la rectoría de la BUAP.

Esta no es la primera vez que Agüera Ibáñez es mencionado como posible candidato a un puesto de elección popular.

En 2010 se vislumbraba como abanderado a la presidencia municipal o diputado local; en los comicios federales de este año se especuló su inclusión en la fórmula al Senado y ahora como abanderado a la alcaldía.

El próximo proceso electoral es diferente, el académico habría dejado la rectoría, así que esta podría ser la llave para ingresar a la política poblana luego de casi 30 años en la universidad dónde dedicó su trabajo a la docencia como investigador de tiempo completo, según dice su curriculum.

A esto se adicionan sus labores como director de la Facultad de Administración, miembro del Consejo Universitario, vicerrector de Docencia, y su designación como rector interino en 2004, y uno años después como rector electo.

Agüera ha mesurado sus pronunciamientos, aunque tampoco ha descartado su participación en la contienda.

Hace una semana dijo: “Agradezco la confianza de los poblanos cuando les preguntan. Sí puedo decir cuál es mi definición, pero no puedo evitar que se den especulaciones y que se hagan planteamientos con relación al futuro de mi persona”.

El rector sería uno de los elementos con mayor posibilidad de asumir la candidatura, ya que la mayoría de los grupos internos del PRI avalan su nominación.

Foto: Es Imagen

Javier López Zavala

El oriundo de Chiapas se ganó una diputación federal por la vía plurinominal, a la que podría renunciar si consigue la candidatura a la presidencia municipal.

Javier López Zavala es considerado un factor de fractura dentro de las filas del priismo poblano, toda vez que acostumbra romper acuerdos y amagar con su salida del partido cada vez que le quitan alguna nominación.

Y es que en varias ocasiones el Revolucionario Institucional lo ha desplazado. En 2007 no obtuvo la candidatura a la presidencia municipal, ya que la beneficiada fue Blanca Alcalá Ruiz; también declinó en su aspiración a dirigir al partido en el estado luego que de forma sorpresiva el encargo le fue otorgado a Juan Carlos Lastiri Quirós. Tampoco consiguió la candidatura al Senado en los pasados comicios, pero a cambio su nombre apareció en el quinto lugar de la lista de candidatos plurinominales, lo que le valió su puesto en la Cámara de Diputados.

Lo que tampoco consiguió fue la coordinación de legisladores federales poblanos, pues sobre su trayectoria partidista pesó el padrinazgo del secretario de Finanzas del PRI, Jorge Estefan Chidiac.

Trascendió que Estefan tuvo mano en la elección del coordinador de la fracción parlamentaria pues el cargo fue para su amigo cercano, el diputado originario de San Martín Texmelucan, Carlos Sánchez Romero, cuya trayectoria política es mucho menor a la de López Zavala.

Pero como ha ocurrido con anterioridad, Zavala podría promoverse para conseguir la candidatura a la presidencia municipal aunque las posibilidades de obtenerla son pocas, ya que no existe un primer priista – Mario Marín Torres–  que trace el destino de los actores políticos, sobre todo cuando hay divergencias entre grupos.

Foto: Archivo Lado B.  Joel Merino

José Chedraui Budib

José Chedraui Budib es un joven empresario, hijo de José Chedraui Alam, dedicado a los bienes raíces, aficionado a las armas y presumiblemente tan amigo del ex candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, como para haber sido el encargado del financiamiento de su campaña, en Puebla.

Nunca ha ocupado un cargo público; sin embargo se dice que sus credenciales propias le granjean prestigio y estima en el ambiente político.

Dada su supuesta cercanía con Peña Nieto, una eventual candidatura a la Presidencia municipal dependería de la aprobación y apoyo del priista. Aunque parece ser que tampoco le interesa confrontarse con el gobernador Rafael Moreno Valle, incluso hay quienes dicen si el oponente es Fernando Manzanilla Prieto rechazará la oportunidad.

La encuesta de Nodo Investigación + Estrategia le da un 3 por ciento de posibilidades.

Foto: Archivo Lado B. Joel Merino

Alejandro Armenta Mier

Comenzó su carrera en el PRI desde muy joven en Acatzingo, donde nació. Antes de los 30 años ya había sido presidente municipal de ese municipio y diputado local. Alejandro Armenta Mier supo encontrar su lugar en el marinismo a fuerza, sobre todo, de disciplina.

Como presidente estatal de su partido le tocó lo mismo ganar que perder. Es un hombre que siempre supo moverse, sobre todo cuándo la dirección era clara no sólo para él, sino para el priismo poblano.

Su último cargo de representación popular fue en el 2002. Desde entonces ha ocupado puestos en la administración estatal y en el PRI. Hace unos meses compitió por la candidatura al Senado, pero se la arrebató la ex presidenta municipal, Blanca Alcalá.

Le tocó coordinar la campaña de Enrique Peña Nieto en Puebla en la pasada elección y aunque –cumpliendo con el guión- promete esperar los tiempos de su partido, ya alzó la mano para el relevo en el Ayuntamiento, y es que, dice, está harto de coordinar campañas de otros.

Foto: Es Imagen

Pablo Fernández del Campo

Pablo Fernández del Campo emanó del grupo político de Rafael Cañedo Benítez a quien acompañó en el ayuntamiento capitalino como secretario particular hace más de 18 años.

Su afinidad con el empresario radiofónico fue el trampolín para incursionar en diversos ámbitos de la vida política del estado.

Fue regidor del Ayuntamiento de Puebla, como parte del Congreso local fue Presidente de la Comisión de Hacienda, integrante de las Comisiones de Desarrollo Social, Agricultura, Educación Superior, Arte y Cultura, así como miembro de la comisión de Gobernación.

Además participó como precandidato local por el cuarto distrito hace casi ocho años, fue Secretario Adjunto a la Presidencia del Comité Municipal de Puebla y por supuesto, Coordinador de la Campaña al Senado de Cañedo Benítez.

Mientras fungía como diputado local, en 2010 intentó dejar su curul para buscar la candidatura a la alcaldía, pero el puesto fue para Mario Montero Serrano.

Su nombre también se mencionó para tomar las riendas del PRI tras la salida de Alejandro Armenta Mier, pero tampoco no se concretó.

Hace unos días reconoció estar interesado en obtener la titularidad del Comité Directivo Estatal del PRI, que hasta ahora es ocupada por Fernando Morales, sin embargo su nombre sigue en la lista de posibles candidatos a la presidencia municipal.

Algunos actores políticos consideran que los resultados electorales federales obstaculizarán su intención de buscar la candidatura a la presidencia, por este motivo – dicen– volteó la mirada a la dirigencia estatal del PRI.

Foto Es Imagen

Lucero Saldaña

Lucero escribió en abril de 2011 en Gurú Político un artículo sobre la necesidad de que las mujeres lleguen a las presidencias municipales para, desde ahí, generar un cambio en las políticas públicas.

En dicho artículo la senadora por segunda ocasión –la primera fue en el periodo 2000-2006 cargo al que arriba tras la muerte del senador propietario Rafael Cañedo Benítez en julio del 2001; su segundo periodo está por comenzar en unos meses—reconocía que a 30 años de carrera política la alcaldía era uno de los cargos que aún no conseguía.

Y aunque fue mencionada por el presidente estatal de su partido, Fernando Morales Martínez, como una de las posibles contendientes podría no ser este periodo el ideal para la priísta. Al igual que Enrique Doger tendría que abandonar el cargo para que el que fue recién electa para lanzarse a una nueva campaña. Y la última no fue justamente un paseo dominical. Lucero Saldaña logró encaramarse a la candidatura al senado luego de que su partido se viera obligado a bajar del carro a Juan Carlos Lastiri por las cuotas de género.

La entonces secretaria general del tricolor había sido designada como candidata a diputada federal por el distrito 9 pero la decisión del IFE de sancionar con amonestación pública a los partidos que no cumplieran con abrir el 40 por ciento de sus candidaturas a las mujeres obligó al PRI poblano a nombrar a una mujer como compañera de fórmula de Blanca Alcalá.

Hace unos días Lucero Saldaña aclaraba que a pesar de haber sido enlistada por el dirigente estatal ella aún no levantaba la mano para pelear la candidatura, y que en este momento su prioridad era el senado, aunque también ya se sabe que “el que respira, aspira”, y la alcaldía, ya lo dijo, sí está dentro de sus intereses.

Foto: Archivo Lado B. Joel Merino.

Claudia Hernández Medina

Dirigente municipal del tricolor y antes secretaria general del mismo instituto a nivel estado, Claudia Hernández Medina se prepara para buscar la joya de la corona de las elecciones de 2013: la presidencia municipal de la capital del estado, un cargo que quiera que ocupe durará por única vez cuatro años ocho meses.

Diputada local entre 2005 y 2008 –buscó en el mismo periodo una diputación federal, tras perder esa elección tuvo que regresar a terminar su periodo en el palacio morisco de la 5 poniente 128— Hernández Medina a sabido adaptarse a los tiempos y a los grupos.

Marinista cuando todos lo eran en su partido, se pintó de zavalista en el momento en el que delfín de Mario Marín se erigía como el gran sucesor en el cargo, hoy Hernández Medina sólo se mantiene cerca de los grupos cristianos tricolores, y asegura mantener una  relación cordial con el gobernador Moreno Valle con quien compartió curul brevemente en el Congreso local.

Por lo pronto, algunos correligionarios suyos han emplazado a la comunicadora –esa es su profesión— a  abandonar la dirigencia municipal, lo que fortalecería a Enrique Doger y su grupo al llegar a esa posición Iván Galindo, actual secretario general en el Comité Municipal priísta.