El rostro oculto tras una máscara bordada y una canción titulada “Holy Shit” inundando la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, son actos considerados por las autoridades Rusas como “vandalismo por odio religioso”.
El pasado viernes tres integrantes del grupo de rock punk “Pussy Riot” fueron condenadas a dos años de prisión, debido a que interpretaron una canción que es “insultante y sacrílega para los ortodoxos”, señalaron los fiscales del caso.
Como respuesta a dicha sentencia, el resto del grupo lanzó una nueva canción –Putin enciende la llama de la revolución– en la que critican la llegada de Vladimir Putin a la presidencia de Rusia.
Ahora la contra respuesta se ha dado a conocer. Las fuerzas de seguridad rusas han informado que están buscando a otras dos integrantes del grupo, ya que habrían participado en otros actos criminales que no guardarían relación con el acto de la Catedral.
Llama la atención que Estados Unidos, la Unión Europea y distintas ONG criticaron la condena por desproporcionada y pidieron una revisión de la pena, dio a conocer ABC. Asimismo, el juicio contra Pussy Riot y la lectura de la sentencia condenatoria despertaron un enorme interés entre los medios de comunicación de todo el mundo, así como se ha generado una campaña internacional a favor de su libertad a la que se han sumado figuras del mundo musical como Paul McCartney, Sting, Madonna, Björk y los Red Hot Chili Peppers.
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