Redacción

El proyecto de Bernardo Aja visita Puebla después de un amplio recorrido por el país. En cada sede, las piezas fotográficas de la muestra incorporan miradas y acumulan nostalgia, desvelan y al mismo tiempo velan la presencia de quienes habitan cada lugar. Quizá el mayor acierto del autor sea provocar un sentimiento de ausencia de personajes desconocidos, sin embargo también es un atajo para entrar al pasado y penetrar en la sensibilidad de unos seres que despliegan su verdad secreta frente a nuestra mirada. La fotografía recrea la realidad, la potencia.

Las imágenes de Entre Muros, exposición que se inaugura este jueves 30 de agosto a las 19 horas en la Fototeca Juan Crisóstomo Méndez (7 oriente 15), responden a una responsabilidad profesional, pero también a una sensibilidad artística que mantiene siempre oculto al objeto retratado, propiciando un vacío emotivo que difícilmente podrá eliminar la memoria. Las imágenes muestran, no explican; más que los hábitos o los reflejos que envuelven una herencia ideológica, estas fotografías comprimen todo un mundo que voltea incesantemente a los orígenes genealógicos, pero no lo enjaulan en un enjambre crítico despojado de dignidad.

Cada uno de los retratados se encuentra en una relación simbiótica con el espacio; en ocasiones, se frecuenta la imagen del objeto, en otras el rostro, dando cuenta de un microcosmos que podemos vislumbrar como una peculiar máscara que protege a los protagonistas de este universo de los efectos hostiles de la vida contemporánea.