La gran cantidad de árboles ubicados en la plancha del zócalo capitalino y la prohibición para lanzar fuegos artificiales desde la catedral podrían motivar que los festejos del 15 de Septiembre cambien de sede, sin embargo la acción podría obedecer a diferencias políticas y personales entre el gobernador Rafael Moreno Valle y el edil Eduardo Rivera Pérez.
Más allá de los árboles y los fuegos artificiales – que no pueden utilizarse en la zona porque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) así lo ordenó, según dijo el mandatario- la acción parece ser un mensaje para los grupos de su partido, Acción Nacional, a quienes deja en claro que es él “quién manda” en el estado, y es que el munícipe no se ha enterado del cambio de planes.
El politólogo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Diego Velázquez Caballero, precisó que desde el arribo del panista al poder, los grupos se reestructuran, por ello el cambio de sede podría considerarse como una manera de minimizar al alcalde como lo hizo el año pasado cuando desplazó a Rivera Pérez del balcón principal del Palacio Municipal.
Ambos pertenecen a proyectos distintos, ambos luchan por afianzarlos, y cada vez que existe oportunidad lo hacen notar: “Se ve un gobernador muy dinámico con proyecto modernizador y fuerte, pero también con excesos y autoritarismo, con estos desplantes (cambio de sede) se percibe. Por otro lado vemos a una derecha que carece de propuestas, que carece de ideas, de debates”.
Las celebraciones conjuntas entre gobiernos son escenarios donde las diferencias políticas, aunque no siempre de militancia partidista, se observan de cerca.
Durante el sexenio de Manuel Bartlett Díaz la alternancia llegó a la capital poblana, bajo las siglas del PAN, Gabriel Hinojosa tomó las riendas del gobierno capitalino. Aunque los dos personajes pertenecían a diferentes partidos, el edil no tenía un proyecto personal, la relación fue menos ríspida, así que los festejos de septiembre se mantuvieron como lo dicta el protocolo.
En el sexenio del priista Melquiades Morales Flores la personalidad del munícipe del PAN, Luis Paredes Moctezuma, motivó especulaciones sobre el desarrollo del Grito de Independencia, no obstante el gobernador se desempeñó con tolerancia y prudencia, toda vez que es un político con cabeza fría, puntualizó el catedrático.
Cabe recordar que durante las celebraciones Morales Flores permanecía en Palacio Municipal el tiempo necesario, pues cuando iniciaba la verbena con invitados especiales el gobernador salía del inmueble para probar los antojitos mexicanos de los comercios instalados en el zócalo.
En el caso de Mario Marín, los gobiernos municipales emanaron de su partido, pese a ello las diferencias con el edil Enrique Doger Guerrero fueron públicas, sobre todo después del problema legal con la periodista Lydia Cacho.
En los tres casos los funcionarios mantuvieron el protocolo. El próximo 15 de Septiembre podría ser la excepción, “lamentablemente los que se quedan en medio son los ciudadanos, al parecer no les importan mucho a los gobernantes porque de pronto olvidan que la tradición se vuelve ley”, dijo Velázquez Caballero.
Las sedes de los festejos patrios
Para este año, el gobernador Rafael Moreno Valle planea que las celebraciones sean en un área ubicada en el Cerro de Loreto, en la zona conocida como “Los Fuertes”.
El mandatario explicó que proyecta una celebración diferente a las anteriores, con un concierto, fuegos artificiales y mayor capacidad, pero con “los árboles que existen en el Centro Histórico no tenemos la posibilidad de que haya tanta gente”.
Así que el cambio de sede es una decisión que se confirmará la próxima semana, anunció el mandatario.
El zócalo capitalino es el lugar que congrega a los poblanos para el Grito de Independencia aunque no siempre ha sido así.
Lado B presenta las plazas e inmuebles donde tradicionalmente se ha realizado la celebración.
(Con información de Mely Arellano)