• Cinco periodistas han sido asesinados en 2012 en México

Joseline Santos Enríquez

@joss_santos

Desde 1951, cada 7 de junio, se celebra en México el Día de la Libertad de Expresión, sin embargo cada año periodistas son asesinados a consecuencia del ejercicio de su trabajo: cinco en este 2012.

Hace dos años, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos realizó una evaluación del status mexicano con información recopilada por los gobiernos federales, estatales, del Poder Legislativo y Judicial, así como por organizaciones no gubernamentales y de medios de comunicación.

Si bien reconoció avances, también calificó como graves los obstáculos y actos de violencia hacia periodistas y contra quienes difunden información u opiniones.

En el año que se llevó a cabo la evaluación, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) tuvo conocimiento de nueve asesinatos, cuatro desapariciones, aunando a que recibió 64 quejas por agresiones contra periodistas.

En los cinco meses de este 2012, Regina Martínez, Guillermo Luna, Gabriel Huge, Esteban Rodríguez y Marcos Ávila García perdieron la vida.

Otra situación que preocupó al organismo fueron las sanciones penales que aún existen en algunos estados del país por el hecho de ejercer la libertad de expresión, a pesar que en la constitución federal se establece que “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa” (Artículo sexto) y que “Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquiera materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene mas límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz publica” (Artículo séptimo).

Los avances y la importancia de la libertad de expresión

Según la Relatoría Especial, entre los avances que ha dado México sobre la libertad de expresión son que México dio paso a la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública; aunado a que se despenalizaron los delitos contra el honor, la protección de la reserva de la fuente en el Código Federal de Procedimientos Penales; y las modificaciones al artículo 1 de la Carta Magna referentes a elevar a rango constitucional los tratados internacionales relacionados con derechos humanos.

En Puebla aún se carece de una ley que garantice a los periodistas conservar en secreto fuentes, eximirlos de ser llamados como testigos en asuntos legales, entre otros.

El miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Miguel Carbonell, destaca que cuando se ejerce la libertad de expresión, los ciudadanos tienen la opción de exigir a sus gobiernos la rendición de cuentas, hacer válidos los actos de gobierno, criticar a los funcionarios deficientes, confrontar ideas de aspirantes a un puesto de elección popular, entre otros.

“La libertad de expresión permite realizarnos como personas, al propiciar nuestro crecimiento intelectual y moral. Al estar expuestos a una diversidad de ideas, pensamientos, noticias e informaciones, podemos ir forjando nuestra propia personalidad y delimitando los ideales que han de guiar nuestra existencia. La libertad de expresión nos permite ser individuos más maduros y reflexivos, con lo cual nos beneficiamos nosotros, pero también beneficiamos a la sociedad en la que vivimos (…) En parte, la libertad de expresión que ejercemos tanto en calidad de emisores como en calidad de receptores nos puede acercar al ideal de vivir una vida feliz”.