En una conferencia organizada en la ciudad de Ginebra, Suiza, el empresario mexicano Carlos Slim, opinó que los políticos deben dejar de manipular el asunto de la pobreza con estrategias populistas y darle la vuelta al discurso con una nueva actitud que significaría atraer hacia la modernidad a la población marginada de México.
El hombre más rico del mundo planteó en su intervención, que son los servicios y no el sector industrial, el que permitiría la creación de más empleos y para ello habría que reconvertir las ciudades del país.
El dueño de América Móvil, dijo que hay que aumentar la edad de jubilación en México a los setenta años de edad y también implantar una semana laboral de tres días para incentivar el empleo. Los tres días tendrían una duración de 11 horas de trabajo y los otros cuatros serían para disfrutar a la familia.
“La pobreza pasó de ser un problema ético a uno económico, consideró, y por tanto el enfoque para atacarlo debe pasar por la incorporación de esta sociedad a la modernidad y al mercado”.