Estas campañas que están por concluir son inéditas en muchos aspectos, hubo un rediseño en cuanto a duración, financiamiento y contratación de publicidad y propaganda en televisión y radio, pero en lo social, lo son por la sorpresivo de la irrupción en el proceso electoral de un grupo numeroso de jóvenes aglutinados en el movimiento #YoSoy132. En entrevista con Lado B, los politólogos Alex Munguía Salazar y Diego Velázquez Caballero desmenuzan la actualidad política, a menos de una semana de los comicios   

Foto: Especial

Josué Mota

@motajosue

Estas campañas que están por concluir son inéditas en muchos aspectos. En cuanto al formato, por la reforma política del 2007-2008 que permitió un rediseño en cuanto a duración, financiamiento y contratación de publicidad y propaganda en televisión y radio, pero en lo social, por la sorpresivo de la irrupción en el proceso electoral de un grupo numeroso de jóvenes aglutinados en el movimiento #YoSoy132.

Sin embargo, este formato de campañas aún no permite una confrontación entre los candidatos y el Instituto Federal Electoral (IFE) aún no alcanza a recuperar la credibilidad que perdió tras las elecciones del 2006, sobre todo porque no ofrece certezas a la ciudadanía del respeto al voto y porque no regulan el trabajo de las casas encuestadoras, además de que no plantean debates que permitan demostrar el antagonismo de los diferentes proyectos políticos. En eso coinciden los politólogos Alex Munguía Salazar y Diego Velázquez Caballero.

En opinión del maestro en Ciencia Política especializado en el Sistema Político Mexicano, Diego Velázquez, el formato aún tiene un grave problema: no permite demostrar el antagonismo entre los candidatos, lo cual quedó expresado en los dos debates organizados por el IFE.

El también candidato a doctor en Historia y Estudios Regionales sostiene que las elecciones son una forma pacifica de mostrar el antagonismo social, de mostrar rupturas y diferencias, y por ello deberían ser un mecanismo que genere antagonismo, y en estas campañas eso no se permitió, lo que hubiera generado una población más politizada y que apostara por un candidato u opción que cambiara las cosas en México.

En democracia, abundó, el conflicto es parte de la solución, y las elecciones son el medio pacifico para resolverlo. “Los grupos que constituyen la oligarquía en México quieren una política muy light, muy tranquila, y no es para esto la democracia, la democracia es conflicto y si no hay conflicto la democracia se muere en sí misma”.

– ¿Pero no se corre el riesgo de que se repita lo del 2006, con las campañas sucias? –se le pregunta en la entrevista.

-El problema del 2006 no fue el antagonismo, sino la manera en que se contaron los votos, la manera en que opera el IFE. En México la gente cuando se polariza va a participar consciente de que su voto cuenta, pero el problema en el 2006 fue del que los contó, que no tuvo la capacidad para explicarnos una situación de empate, y poder solucionarlo. La democracia es antagonismo, pero las elecciones deben darle la certeza a la sociedad de que se contaron bien los votos. El voto una de muchas maneras de participación política. En México creemos que el voto no se respeta por el organismo que organiza las elecciones, el IFE es un monumento a la desconfianza, que perdió mucha credibilidad y no la ha recuperado.

Foto: Especial

Urge la segunda vuelta

Velázquez Caballero afirma que frente al panorama que se está viviendo en esta elección, se hace evidente que se necesita legislar y aprobar la segunda vuelta electoral: “En este momento sabríamos que Peña Nieto y López Obrador la competirían y los panistas tendrían que decidir entre unos de estos dos, y no estaríamos en esta incertidumbre que no es democrática, sino que se presta  la manipulación de no saber si Josefina en realidad ya no tiene que hacer en la campaña. Si los resultados no son convincentes se presenta un escenario y las elecciones no son limpias habrá una generación frustrada que va a tomar que tomará como idea la deslealtad al sistema político porque no responde a sus expectativas y por ello urge repensar el sistema electoral en México y la segunda vuelta es necesaria”.

Asegura que en los sistemas políticos bipartidistas hay más confrontación, más voz de los candidatos, más debate, y recuerda que en Francia se han ensayado todos los sistemas electorales posibles, y para la quinta República se hicieron todas las reformas necesarias y se aprobaron y en ese país existe la certeza, independientemente de quien gane o pierda, de que así ocurrió en la urnas.

En cambio en México, este formato electoral permite la participación de candidatos como Gabriel Quadri de la Torre, “que es un actor ridículo y débil y su trabajo fue de esquirol”. De aprobar la segunda vuelta, en este proceso electoral se tendría que decidir por aquellos que puntean en la preferencia electoral.

Hay otro punto importante desde su punto de vista, la falta de regulación de la encuestadoras por parte del IFE, pues a pesar de que éstas tienen una acreditación de su metodología y deben cumplir con observaciones, tienen y difunden una visión falsa de las cosas. Las encuestadoras hacen bien su trabajo pero no muestran sus verdaderos resultados al público, porque es «archireconsabida» esa especie de poder informal, que se trata de casas encuestadoras que entregan dos resultados, la real que se mantiene en el secreto y otra para influir políticamente. Por tanto, se prestan a hacer instrumentos de manipulación y generan abstencionismo.

Foto: Lado B

Los candidatos

Para Velázquez Caballero, los candidatos hicieron campañas iguales a las de elecciones anteriores, los únicos que cambiaron su formato son la izquierda, que fueron ingeniosos y creativos para movilizar, pero la mayoría de los candidatos siguió el formato de mentir, señalar cosas imposibles de realizar, además de tratar como menores de edad a los ciudadanos se opusieron.

El trabajo de los medios de comunicación “particularmente en el apoyo a Enrique Peña Nieto donde el poder económico se manifestó logrando cooptar la mayor parte de los espacios hoy tenemos en Peña Nieto a un futuro Berlusconi, a un sultán de los medios, yo no sé qué va a pasar con tanto intelectual con tanto periodista, tantos medios de comunicación que se pusieron a su servicio, eso nos muestra que las campañas mejoraron en elementos negativos de la política porque hay más manipulación, hay más sutileza de nada sirvió la publicidad y la propaganda, se volvieron unos profesionales en el engaño  vemos en el caso del PRI este exceso es el candidato de los medios de comunicación”.

En el PAN encontramos, dijo, una campaña llena de mentiras, un marketing falsos sin propuesta, nunca tomó consciencia JVM del género, nunca aprovechó esa coyuntura que le permitía destacar y hacer una campaña diferente a comparación de otras mujeres que son gobernantes en América Latina, campaña llena de contrastes.

Foto: Lado B

Los #yosoy132

Pese a todo este panorama destaca que lo mejor de estas campañas es la participación de los jóvenes integrados en el movimiento #YoSoy132 cuyo desempeño “va a trascender y servirá como ejemplo a otras generaciones por su actividad porque se confrontaron con la historia autoritaria de este país”.

Además, con el debate que organizaron realizaron lo que en sociología se llama una arena pública. Comenta que destaca la generosidad de los muchachos y algunos de sus alumnos que en este periodo han dejado de asistir a clases para ir a campañas de difusión del voto razonado.

Nuevas campañas

Con la reforma política del 2009 se regularon los periodos de precampañas, luego vino un esquema denominado intercampañas, que trajo más dudas que certezas sobre lo que candidatos y medios podían hacer y no. Se redujo de 160 a 90 días el periodo de campañas, se controlaron los espacios de tiempo en televisión de los candidatos y se fijaron multas y sanciones por los contenidos de los spots que calumniaran o difamaran a alguno de los participantes. Además se desarrolló un nuevo sistema de fiscalización, que hasta el momento, no ha demostrado ser eficaz.

También hubo cambios en los montos de financiamiento público, “ahora el monto global resulta de multiplicar el número total de ciudadanos inscritos en el padrón electoral a julio de cada año por el 65 por ciento del salario mínimo diario vigente en la capital del país. Además, se mantiene el criterio de equidad para su distribución: 30 por ciento del monto global se distribuye en forma paritaria entre todos los partidos con representación en el Congreso y 70 por ciento de acuerdo con el porcentaje de votación obtenido en las elecciones más recientes para diputados de mayoría relativa”.

Foto: Joel Merino.

Aún hay trampas y corporativismo: Munguía

Por su parte, Alex Munguía Salar, doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asegura que aún hay vicios y resquicios que los partidos políticos utilizan para saltar las normas establecidas para la competencia electoral, en la que aún se manifiestan “trampas y corporativismo”.

El también investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) asegura que pese al cambio en el formato de campañas, los candidatos han tenido un desempeño tradicional. Son algunos sectores de la sociedad los que  han tenido un comportamiento excepcional, pues asegura en este proceso electoral se ha visto una mayor consciencia del valor del ejercicio cívico que representa el voto.

Los que no han estado a la altura de los ciudadanos, son los partidos políticos que en diversas expresiones, manifiestan que piensan que este “es un país de tontos”, aseguró el también huésped de la Academia Mexicana de Ciencias, pero aún con ello, los ciudadanos muestran una amplia participación en el proceso electoral.

Eso tiene una razón, para el académico, los niveles de violencia generados por el narcotráfico han provocado que la gente busque una vía para pacificarlo y esa búsqueda no sólo está en el terreno electoral, sino en otras manifestaciones como la que encabeza el poeta Javier Sicilia, que dirige el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.

En la sociedad se percibe temor por los niveles de violencia e inseguridad porque se han perdido espacios que hasta hace unos años eran lugares de descanso, como el puerto de Veracruz, que era un sitio turístico para sectores de diferentes clases económicas y hoy está invadido por el narcotráfico.

Foto: EEF

En movimientos como el #YoSoy132 pero también en sectores de trabajadores, de clase media y clase media alta se expresa esa necesidad de pacificar al país, lo cual podría repercutir en votos a favor del candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador. Asegura; la sociedad se ha dado cuenta de que ni el PRI ni el PAN han podido disminuir los niveles de delincuencia, y eso también es un buen signo de avances en el sistema democrático de México.

Sobre el desempeño de los candidatos, recuerda que al iniciar las campañas el priísta Enrique Peña Nieto tenía una intención de voto, según las encuestadoras, cercana al 42 por ciento, la panista Josefina Vázquez Mota, el 31 por ciento y Andrés Manuel López Obrador, aproximadamente el 21 por ciento.

A una semana de las elecciones, la ventaja de Peña Nieto no ha reducido, según los mismos estudios, pero asegura que las encuestadoras no están registrando que esa consciencia ciudadana, que buscará pacificar al país, se puede volcar a darle un voto de confianza a López Obrador, por eso pese a la campaña que se hace en la televisoras, esta elección no esta definida.

En los noticieros se invita generalmente, comentó, a politólogos que defienden la idea de que las elección ya tiene un ganador: Enrique Peña Nieto, pero esos analistas o académicos representan a grupos  que no tienen ningún contacto o coincidencia con los sectores populares, por ello no registran el movimiento social que caracteriza a este proceso electoral.

Cuestionado sobre el escenario que prevé el día de los comicios, asegura que es notorio, por las campañas que han emprendido el PAN y el PRI, que los grupos que gobiernan al país “tienen miedo” de la participación más activa de la ciudadanía y eso es algo que no se está reflejando en las encuestas tradicionales. “A mí no me extrañaría que el ganador de estas elecciones sea Andrés Manuel López Obrador”, dijo.