Fue en 1989 cuando La Lupita comenzó a llamar la atención de  la juventud que viviera en la apatía en los próximos años, los de la llamada Generación X, los que vivian entre el consumismo y el consentimiento de sus padres clasemedieros.

Quizá ellos no se clasifiquen dentro de este movimiento, o mejor dicho poco les importa; ni siquiera hacían grunge, más bien sus influencias musicales andan por el funk y el hard rock, sin embargo el contexto social en el que surgieron y las letras de sus canciones lo dicen todo.

Lo que hay que reconocerle a La Lupita es que logró darle identidad a toda esa juventud noventera movida por la apatía y el valemadrismo, que le tocó vivir acontecimientos claves en la historia de México como el famoso error de diciembre, la matanza de Acteal y el asesinato de Luis Donaldo Colosio.

¿Su época ya pasó?, puede ser. Pero hacen intentos por llegar a ese nuevo publico que no vivió en carne propia el boom del rock en español.

Lino Nava aseguró que la nostalgia les da hueva, que la banda no vive de glorias pasadas y el vocalista Héctor Quijada por su parte menciona que estas dos décadas son una oportunidad para reafirmar el concepto de La Lupita con su público de siempre y los nuevos seguidores.

Su nuevo álbum Te odio nos dirá realmente si La Lupita sigue vigente en la industria musical, o simplemente fue un trabajo inútil, que sus mejores años se quedaron en los 90 y que deberían pensar en su retiro.

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