Lado B
Un barrio, una zona deportiva y la construcción de una comunidad urbana
Entre Lomas del Mármol, La Calera, el Club Britania, St. Germain y el Cereso de San Miguel se abre paso el barrio de Lomas de San Miguel, los primeros mencionados llegaron después, los primeros en llegar fueron quienes lucharon por servicios, quienes poco a poco edificaron sus viviendas a punta de gestiones que muchas veces les costaron humillación, sobornos, votos, apoyos a partidos, mítines, llena de camiones y demás asuntos conocidos en la vieja cultura política mexicana del corporativismo.
Por Lado B @ladobemx
17 de mayo, 2012
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Enlace Urbano de Dignidad*

Entre Lomas del Mármol, La Calera, el Club Britania, St. Germain y el Cereso de San Miguel se abre paso el barrio de Lomas de San Miguel, los primeros mencionados llegaron después, los primeros en llegar fueron quienes lucharon por servicios, quienes poco a poco edificaron sus viviendas a punta de gestiones que muchas veces les costaron humillación, sobornos, votos, apoyos a partidos, mítines, llena de camiones y demás asuntos conocidos en la vieja cultura política mexicana del corporativismo. La necesidad trazó la colonia, sentó los cimientos de un barrio que hoy yace en medio de colonias que en otras décadas han sido conocidas por su “prestigio” económico. Desde las barrancas de Lomas de San Miguel hacia el norte de la ciudad se ven los contrastes, se ve una ciudad gris de cables, tenis colgados y sueños por realizarse, unos de ellos haciéndose realidad gracias al esfuerzo colectivo.

Hace casi 4 años comenzó toda esta historia del sueño de un campo deportivo: Este barrio se construyó sobre tierras ejidales donadas por ejidatarios de San Baltazar Campeche, después de más de 30 años las pocas áreas verdes y terrenos libres corrían peligro en medio del crecimiento urbano tan acelerado y desmedido. Muy cerca, Wall Mart busca apoderarse de otro terreno más para continuar haciendo de las suyas. Así que dos necesidades se juntaron y una de ellas corría más prisa: Tener certeza de que el terreno era de la colonia y de que no pasaría a manos privadas, y dos, que ese espacio fuera un espacio recreativo, deportivo, verde. Ambas necesidades fueron fuente de un proyecto que llevó a realizar una consulta en las escuelas primarias, secundarias y preparatorias del barrio, obteniendo como resultado que los niños y jóvenes querían una zona para juegos como futbol, basquetbol, una trotapista, juegos infantiles, bancas, aparatos para hacer ejercicio, una pista de patinaje y otras cosas más. El planteamiento de preguntar era no dar por sentado lo que hacía falta sino partir de la idea de que no se sabía lo que los niños y la población en general sienten que hace falta. Y parece ser que este punto fue crucial en la elaboración del proyecto de zona deportiva de lomas de San Miguel.

Foto: Cortesía.

Dos arquitectos que acompañaron el proceso elaboraron un proyecto en base a la consulta. Un funcionario que recientemente salió de la administración municipal se mostró sensible al proyecto y se interesó en involucrar al Ayuntamiento de Puebla dando inicio a una tropezada situación en la que se  mostró la lógica de una estructura de gobierno, de un sistema político cuya esencia se basa en la imposición y en la reproducción del corporativismo, en una  forma de gobernar que representa la política del desprecio. A la mayoría de los funcionarios de las instancias municipales involucradas les costó trabajo aceptar el proyecto que la gente había diseñado, pues la costumbre de imponer proyectos sin preguntar, de poner las obras aunque estén mal hechas solo para sacarse la foto y para que el día del informe el presidente pueda decir que hizo tantas obras, el trato a la gente como si fueran personas que nunca van a entender o saber cómo defenderse ni cómo cuestionar, los cálculos políticos y demás asuntos por demás conocidos no se hicieron esperar.

Gracias a la experiencia de defensa de lo propio que tienen los vecinos del barrio y al sentimiento de olvido en el que estuvieron durante muchos años que los llevó a desplegar estrategias de búsqueda de sus propias formas de organización para resolver sus problemas inmediatos e irlos enfrentando de manera digna, la soberbia del ayuntamiento no progresó y la zona deportiva finalmente, y después de muchos estira y afloja, quedó edificada, no en su totalidad, pues la totalidad de la zona consta de 8 elementos, ahora solo hay 4.

Foto: Cortesía.

Una de las nuevas apuestas de esta experiencia comunitaria frente al ayuntamiento y a toda una lógica de funcionamiento es que lo edificado en la zona es un punto de partida para que la comunidad construya la zona deportiva y recreativa que sueña y quiere con sus propias posibilidades, capacidades organizativas y aportaciones comunitarias, sin esperar a que los otros 4 elementos lleguen de arriba, de un arriba que puede o no, según como vayan los resultados electorales, continuar con lo que dijo que quedaba pendiente. El aprendizaje que se reafirma, y que ya era de por sí una suerte de saber colectivo implícito, es que de promesas nos comemos muchos tacos.

Otra apuesta colectiva es desmontar, desde el campo de juego, el control, el corporativismo y la corrupción que hay en el manejo de las ligas de futbol, que se mueven al ritmo que toca el cacique que maneja más equipos, que mejor cobra, que más se adueña de los espacios públicos y más lucra con la necesidad de juego. Hasta el ámbito deportivo se mueve como se mueven los mercados, los tianguis, los sindicatos y las secciones, con jefes y padrotes. Romperles el esquema a esos personajes será resultado de qué tanto la zona se vuelve un pequeño espacio de decisión propia de los vecinos, de organización comunitaria, rotativa, democrática, pues como hemos visto a través de los años, para transformar este país hay que empezar por democratizar cada aspecto de la vida cotidiana y en la ciudad uno de los respiritos de la vida es el espacio que está en disputa y que se está perdiendo, el espacio al cual salimos a vernos con los otros, a conocernos, a jugar, a construir otro tipo de ciudad, una de todos.

*Somos personas enlazadas, organizadas en la Ciudad de Puebla. Caminamos junto con procesos organizativos de diversos sectores urbanos. Hemos aprendido mucho de las luchas del campo y creemos que las luchas de la ciudad tienen también sus historias y sus conflictos. Sobre todo en un panorama tan crudo y tan indignante como el que estamos viviendo en estos días en México.

Contacto: eudignidad@gmail.com

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