No podemos creer que en nombre de Dios y la defensa del honor y la santidad, una organización armada, afirme que es el principio de la guerra que está por llegar y que, dicen los autores del atentado en Yemen, estará en todas partes.

El atentado privó ayer de la vida a 96 militares y dejó ileso al ministro de defensa, que afirman, era a quien iba dirigido el golpe  y a militares estadounidenses.

La misión de los llamados “guerreros santos” es llevar bombas en el cuerpo que acabarán con su vida y la de muchas otras personas. Este fue el caso.

Los ejércitos y las autoridades de Estados Unidos no son ajenos a estas reacciones de grupos armados que en sus países han visto morir a miles de hombres, mujeres y niños por los soldados estadounidenses.

Noam Chomsky, uno de los intelectuales más reconocidos a nivel mundial, reflexiona en sus escritos. ¿Por qué nos odian? Y esta reflexión pasa por hablar de las reacciones desproporcionadas ante el terrorismo. “De la conveniencia de la amenaza terrorista que da miedo y autoriza a los gobiernos a todo, hay un racismo socialmente aceptable (árabe) y otro inaceptable (judío o negro), en los mass media sólo saldrá lo peor de los disidentes, pero nunca se discutirán sus planteamientos, los movimientos populares están trabajando en la dirección correcta para minimizar los abusos del poder”.

Yemen es un país inestable actualmente y Al Qaeda influye en algunas ciudades del mismo y no cabe duda de que la violencia genera más violencia. Estados Unidos y sus ejércitos han participado en muchas guerras y han llegado a los países simplemente porque son  uno de los países más poderosos del mundo. De ninguna manera se justifica la violencia de Al Qaeda. Lo lamentable es que miles de ciudadanos han perdido la vida en sus casas, sus calles y sus ciudades, sólo por habitarlas y porque ellas están llenas de soldados estadounidenses. ¿Cuándo cesará la violencia? No lo sabemos y lo dudamos. En este capitalismo salvaje, muy difícilmente.