• El delito de homicidio no ha sido acreditado a los uniformados

Josué Mota

@motajosue

Siete policías municipales de Tehuacán fueron consignados ante el Juzgado Penal de ese Distrito y encarcelados, debido a que presuntamente torturaron a dos hombres, uno de los cuales perdió la vida en los separos de la Comandancia de la Policía Municipal. Lo que llama la atención es que hasta este momento sólo se ha acreditado el delito de tortura, pero no el delito de homicidio, a pesar que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) indicó que  los agentes detenidos reconocieron haber golpeado a las víctimas.

La investigación del Ministerio Público inició con el levantamiento de cadáver el 15 de abril de Julián Sánchez Rodríguez, de 38 años de edad en la Comandancia referida. Luego fueron llamados a declarar y posteriormente detenidos los policías Iván Ríos Pineda, José Manuel Delgado Reyes, Eulalio Rojas Hernández, Leonel Tarango Ramos y José Armando Tequihuastle Hernández, quienes declararon, según la dependencia, que detuvieron a la persona que falleció y otra más a las afueras del Bar La Iguana.

Ambas personas habrían estado escandalizando en la vía pública en estado de ebriedad. Los agentes dijeron también que golpearon a los detenidos por instrucciones de sus superiores, quienes ya también fueron detenidos y se encuentran bajo la misma situación jurídica. Ellos son el comandante Alejandro Varela Casiano, encargado del grupo táctico, y el comandante Miguel Ángel Gómez Montero encargado de turno.

“Como parte de las investigaciones se ordenó la presentación de los elementos que llevaron a cabo la detención de ambas personas, al rendir su declaración los uniformados reconocieron haber golpeado tanto al occiso como al agraviado por instrucciones de sus mandos, hechos que ocurrieron al interior de los separos de la comandancia de la policía municipal, sitio en el que en todo momento los elementos de seguridad mantenían sus rostros ocultos para evitar que los asegurados los identificaran, por lo que también a los detenidos les cubrieron la cabeza con el fin de que no ubicaran el lugar en el que presuntamente fueron torturados. Ante lo anterior se solicitó la medida cautelar del arraigo de los cinco elementos para efecto de continuar la investigación de los hechos y posteriormente se solicitó el arraigo de los mandos”, dio a conocer la dependencia.

“Posteriormente se determinó que los golpes que los policías le propinaron a los asegurados, fueron con el  objetivo de obtener información relacionada a claves que el occiso y el agraviado tenían en sus teléfonos celulares, con lo anterior se acreditó el delito de tortura”.

La PGJ no detalla para qué querían esas claves los policías, pero de acuerdo con versiones periodísticas los policías sospecharon  que los detenidos eran de alguna banda delictiva y por eso tenían claves.

La persona que sobrevivió a la agresión está siendo atendida en la Dirección de Atención a Víctimas del Delito y Servicio de la comunidad. Sin embargo, llama la atención que pese a que los policías habrían reconocido haber torturado a la persona que falleció, el delito de homicidio no ha sido acreditado. Al respecto, en la PGJ se informó a Lado B que siguen abiertas las investigaciones para determinar ese probable delito.