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Mythos y logos: Hacia una lectura compleja del #yosoy132
El gran pensador francés Edgar Morin sostiene que el pensamiento humano tiene características complejas que pueden analizarse desde la visión de unidualidades, es decir, de términos distintos, complementarios y aún opuestos que son constitutivos del pensar humano y surgen de la “triunidad” cerebro-mente-cultura que nos caracteriza como especie.
Por Lado B @ladobemx
30 de mayo, 2012
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Martín López Calva*

1.-Mythos y logos.

El gran pensador francés Edgar Morin sostiene que el pensamiento humano tiene características complejas que pueden analizarse desde la visión de unidualidades, es decir, de términos distintos, complementarios y aún opuestos que son constitutivos del pensar humano y surgen de la “triunidad” cerebro-mente-cultura que nos caracteriza como especie.

Una de estas unidualidades es la que llama “Mythos-logos” es decir, la presencia simultánea y estructuralmente inseparable en nuestro pensar humano pero sí distinguible para fines de conocimiento y acción del pensamiento lógico y el pensamiento mitológico.

Tanto mythos como logos significan originalmente palabra o discurso, surgen del ejercicio del lenguaje como dos caras de una misma estructura, para luego irse separando y distinguiendo y aún oponiéndose, en una separación radical que ha llevado incluso a que el pensamiento lógico descalifique al mitológico como fábula y leyenda desprovistas de toda verdad y que el pensamiento mitológico vea al pensamiento lógico como abstracción descarnada y ajena a las realidades humanas profundas.

Es así que la modernidad llegó a afirmar, con el positivismo a la cabeza que el pensamiento mitológico desaparecería en cuanto se consolidaran la ciencia y a tecnología, formas supremas del pensamiento lógico y a manera de reacción vemos hoy, en la posmodernidad impregnada de la llamada “nueva era”, una creciente ola de descalificación del pensamiento lógico y un reposicionamiento casi absolutizante de lo mitológico y subjetivo como únicas formas de acceso a un conocimiento profundo del ser humano.

Pero en una visión de complejidad, hay que distinguir pero no separar ni descalificar ninguno de estos dos tipos de pensamiento. “…Logos es el discurso racional, lógico y objetivo del espíritu que piensa un mundo que es exterior a él…” y “mythos constituye el discurso de la comprensión subjetiva, singular y concreta de un espíritu que se adhiere al mundo y lo siente…” según afirma Morin en su libro “El conocimiento del conocimiento”.

De manera que los seres humanos necesitamos del mito y de la razón lógica para conocer el mundo y conocernos a nosotros mismos, para situarnos en el mundo y comprender la forma en que estamos situados en él.

2.-#yosoy132

Desde hace unas semanas hemos sido testigos del surgimiento, la conformación y la creciente fuerza del llamado movimiento “#yosoy132”.

Este movimiento se origina a partir de un hecho ocurrido en una universidad –la UIA México- ante la visita de un candidato presidencial –Enrique Peña Nieto- y adquiere su fuerza a partir de la indignación que causa a los alumnos protagonistas la descalificación que se hace de ellos y la acusación de no ser estudiantes sino jóvenes manipulados por un partido o un candidato adversario.

En su proceso de desarrollo hemos presenciado, desde la descalificación que surge del desprecio del logos hacia el mythos (“los estudiantes están actuando visceralmente, no saben lo que quieren, son simplemente un movimiento “anti” pero no tienen propuesta, etc) hasta la creación de toda una narrativa y un discurso emotivo, subjetivo que empieza a generar símbolos (empezando por el que nombra al movimiento y pasando por múltiples frases e imágenes que inundan diariamente las redes sociales) o a retomar símbolos del pasado (como la mítica frase del 68 francés: “seamos realistas, pidamos lo imposible”).

También ha habido expresiones de pensamiento lógico, del logos en construcción del movimiento por parte de los estudiantes como por ejemplo su código de ética o el manifiesto leído en las marchas recientes –cadena nacional para el segundo debate, imparcialidad en la información- y de algunos intelectuales en artículos publicados o  en manifestaciones en las redes sociales que plantean preguntas sobre el futuro del movimiento.

3.-Hacia una mirada compleja y un acompañamiento educativo del movimiento.

Una mirada compleja del movimiento #yosoy132 tendría que estar atenta al mythos –la construcción del mito del movimiento, su narrativa, discurso y símbolos sin descalificar las expresiones subjetivas que manifiestan el sentir, la inconformidad de los jóvenes ante un sistema político que se niega a cambiar a pesar de que el mundo es distinto. En este sentido no es válido descalificar la protesta, la expresión de descontento, las imágenes y frases que buscan romper con lo establecido que se siente como negativo porque todo esto está contribuyendo a construir formas de comprensión subjetiva e intersubjetiva del mundo que les estamos heredando.

Pero tampoco es válido pretender como adultos montar nuestra propia mitología (la del 68, la del 71, la del 86, la del 88 o cualquier otra que nos haya tocado como generación mexicana) sobre la de este movimiento nuevo y tratar de imponerles formas de manifestación, frases o visiones utópicas y aún sueños ajenos a sus sueños. Como educadores nos toca acompañar, alentar y promover la construcción de una mitología propia de este nuevo movimiento pero también hacer conciencia en los jóvenes que la realidad política compleja no puede ser transformada solamente con el mythos.

Por ello es necesario también acompañar el proceso de construcción del logos de #yosoy132 para promover que el movimiento tenga futuro. Una discusión reciente en twitter me ha dejado la preocupación de que los jóvenes, por instinto natural y rebeldía, se niegan a cualquier propuesta que busque institucionalizar su movimiento. Es necesario promover procesos de diálogo en los que caigan en la cuenta de que si bien toda institucionalización tiende a esclerotizar y a quitar espontaneidad a las iniciativas humanas, es necesario un logos, una mínima estructura institucional para evitar que este tipo de energía crítica y renovadora se autodestruya en una explosión de ira-entusiasmo-sueño-utopía colectiva pertinente pero desorganizada.

Que el logos abstracto no reprima el mythos creativo ni el mythos emotivo impida la construcción del logos necesario.

*Doctor en Educación por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Ha hecho dos estancias postdoctorales como Lonergan Fellow en el Lonergan Institute de Boston College (1997-1998 y 2006-2007) y publicado dieciocho libros, cuarenta artículos y siete capítulos de libros. Actualmente es académico de tiempo completo en el doctorado en Pedagogía de la UPAEP. Fue coordinador del doctorado interinstitucional en Educación en la UIA Puebla (2007-2012) donde trabajó como académico de tiempo completo de 1988 a 2012 y sigue participando como tutor en el doctorado interinstitucional en Educación. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (nivel 1), del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), de la Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores que actualmente preside (2011-2014), de la Asociación Latinoamericana de Filosofía de la Educación y de la International Network of Philosophers of Education. Trabaja en las líneas de filosofía humanista y Educación, Ética profesional y “Sujetos y procesos educativos”.

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