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Lado B

Para el secretario de Prensa de Vladimir Putin, Dmitri Peskov , la “policía fue muy blanda. Yo, como moscovita, quisiera que hubiera sido más dura” fue la opinión que emitió luego que este fin de semana se enfrentarán manifestantes contra el recién electo presidente de Rusia –que llega a este cargo por tercera ocasión y luego de unos comicios que levantaron dudas- contra las fuerzas antidisturbios.

Como resultado se estima que más de 300 manifestantes fueron detenidos, y que los enfrentamientos dejaron un centenar de heridos. La confrontación fue violenta, debido a que el mitin autorizado por el Ayuntamiento estimaba en 5 mil el número de manifestantes; sin embargo, estas cifras fueron superadas ampliamente, ya que la policía estima que fueron 8 mil los asistentes, mientras que las organizaciones que participaron han cifrado en 20 mil a los inconformes en la plaza Bolotnaya.

El País dio a conocer que la policía rusa indicó que se habían efectuado más de 250 detenciones, entre estos se encuentran “varios líderes de la oposición, entre ellos el bloguero Alexéi Navalni, al que los agentes se llevaron agarrado de brazos y piernas, Serguéi Udalzov, del Frente de Izquierdas, al que la policía detuvo directamente del escenario al que había conseguido llegar, y el ex vicepresidente de Gobierno, Borís Nemtsov, obligado también a bajarse de una improvisada tribuna”.

Asimismo, El Economista informó que la policía rusa impidió a los manifestantes cruzar un puente, cuando se iniciaron los choques y los agentes antidisturbios intervinieron con porras, situación que generó que los manifestantes lanzaran piedras y botellas de agua. Fuentes oficiales señalaron que alrededor de 20 policías resultaron heridos y tres de ellos fueron hospitalizados.