San Cristóbal de Las Casas, Chis. Alrededor de 400 personas marcharon el lunes en esta ciudad para exigir que se haga justicia por el feminicidio de Itzel Janet Méndez Pérez, de 17 años, ocurrido el 14 de abril en esta ciudad, sin que las autoridades correspondientes hayan dado a conocer algún avance -a un mes- en las investigaciones.

Tomada de komanilel.org

Los asistentes a la manifestación, familiares de la víctima, artistas, grupos de mujeres, organismos defensores de los derechos humanos, estudiantes y activistas declararon a San Cristóbal “ciudad insegura, violenta e impune”, mientras no se esclarezcan todos los homicidios y agresiones en contra de mujeres y se castigue a los responsables.

La marcha comenzó en medio de una fuerte llovizna a las 17 horas en las instalaciones de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach).

Con gritos de “Justicia para Itzel”, los manifestantes, hombres, mujeres y niños, se dirigieron en seguida a un lote baldío ubicado en el fraccionamiento Sonora, en el norte de la ciudad, donde hace un mes fue encontrado el cuerpo de la joven de origen tzotzil con señales de haber sido violada y golpeada.

Conforme a la tradición, los familiares hicieron un ritual indígena en el lugar y los asistentes colocaron velas y flores, al tiempo que exigieron que se haga justicia.

“Ésta es la primera piedra que ponemos para que se haga justicia por el asesinato de mi hija”, dijo su padre Roberto Méndez. “Somos pueblo que necesitamos respeto a nuestra dignidad como personas”, agregó.

Después del ritual, los manifestantes marcharon durante una hora hasta la Plaza Catedral, en centro de la ciudad, donde efectuaron un mitin para insistir en que se haga justicia por el asesinato de la joven indígena que cursaba el sexto semestre en el Colegio de Bachilleres de Chiapas número 11, con sede en San Cristóbal.

También demandaron que se haga justicia por el caso de la joven María Citlali Morales López, asesinada la semana pasada en Tuxtla Gutiérrez. “Denunciamos que la entidad chiapaneca se ha convertido en territorio de guerra en que las mujeres somos carne de cañón de las bandas, de la delincuencia organizada, trata de personas y prostitución, militarismo y paramilitarismo”, afirmaron los manifestantes.

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