Lado B
El 150 aniversario del 5 de mayo, una celebración televisiva
Hecha a la medida de un gobierno que ha privilegiado la imagen con un costo millonario y cargo al erario
Por Lado B @ladobemx
07 de mayo, 2012
Comparte

Foto EEF

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

La escena es así: un campesino zacapoaxtla o xochiapulco con un look muy a lo Zapata encara a tres soldados franceses. En su rostro un grito congelado de lucha acompaña un machete que blande contra los tres militares que lo atacan con sables y bayoneta calada. Todo apunta que morirá bajo el acero enemigo. Un silbatazo parece inyectarles vida a todos. Cambian de posición en un instante y observamos como el campesino libra la muerte. Arriba cinco aviones de combate cruzan el cielo poblano cargado de nubes. Horas más tarde lloverá como hace 150 años.

Es tan sólo una de las más de 10 estampas que recrean la batalla del cinco de mayo y que a manera de carro alegórico desfilan por las calles en la nueva ruta trazada para el desfile que de tradicional no tuvo nada. Es una de las estampas que parecen preparadas para que la cámara como prótesis visual la capture y multiplique en ciento, en miles.

El desfile, la más popular de las fiestas de la histórica celebración excluyó esta vez  lo popular para ofrecer en cambio una producción televisiva con dragones mezclados con serpientes emplumadas, con barcos emulando a la nao de la china y cientos de peces y sirenas acompañando el viaje, con constituciones y piezas de talavera convertidas en globos aerostáticos de baja altura, como si las calles por las que transitara fuesen de Pasadena California y no Puebla capital.

Foto EFF

Una fiesta hecha a la medida de un gobierno que ha privilegiado la imagen a un costo millonario: 42 para promocionar un primer informe de gobierno, sin contar los 14 que destinó a los spots en las salas de cine, 162 para producir un desfile y un espectáculo nocturno con fuegos artificiales y cantantes de moda, de  un gobierno que ha querido imponer su visión de la historia transformando el triunfo en una batalla, en la acción militar que detuvo la invasión francesa. Como si nunca el ejército galo, derrotado en los fuertes de Loreto y Guadalupe, hubiera ocupado la capital del país obligando al gobierno de Juárez a peregrinar por todo el territorio mexicano.

Un desfile que incluso tuvo su guiño a la comunidad estadunidense al incluir en sus varias estampas a un Abraham Lincoln caminando a la par de varias decenas de obreros muy bien uniformados, pero que excluyó a los ciudadanos de a pie que sitiaron la zona por sus dos flancos: el bulevar 5 de mayo y la diagonal defensores de la república.

No hay paso

Hubo quien llegó desde las 8 de la mañana para presencia el evento que comenzaría tres horas después y que fue retenida cien metros antes del mausoleo de Ignacio Zaragoza por personal de seguridad con el argumento de que ya no había sitio.

Lo que el Secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas, no previó fue que la cantidad de gente que se amontonó en ese retén sobrepasaría la capacidad de contención de los encargados de esa valla. Cerca de las 10 de la mañana, cuando el acto protocolario de la toma de protesta de los conscriptos del Servicio Militar Nacional ya casi había terminado las vallas de contención fueron derribadas permitiendo que los poblanos retenidos lograran llegar hasta las orillas de mausoleo asegurándose un lugar para mirar de cerca el desfile, lo que permitió además que al salir del lugar el presidente Calderón y el gobernador Moreno Valle recibieran una sonora rechifla.

Horas de espera en el Cuauhtémoc

Televisiva y selecta en su público fue también la celebración nocturna, una producción a cargo de la empresa Five Currents –la misma que se encargó de la ceremonia de clausura de los juegos panamericanos 2011 en Guadalajara— con cientos de bailarines y extras, y hasta cantantes como Lilia Downs, Chayane y  que, como dijo Paco Ignacio Taibo II, convirtió la conmemoración del hecho histórico en un fiesta de Disneylandia.

Por espacio de 90 minutos, reproducidos en vivo a través de Televisa, TV Azteca, las televisoras estatales: canal 11 y canal 22 y hasta la estadunidense Univisión, el Fuerte de Guadalupe se transformó en un escenario de luz para que los bailarines contratados por la empresa californiana hicieran un repaso al folclor mexicano, y montaran coreografías aéreas con una lluvia de fuegos pirotécnicos detrás.

Mientras metros más abajo en un acto sí masivo y sí popular, la gente llenaba, desde horas antes, el estadio Cuauhtémoc para escuchar al portorriqueño Marc Anthony, aunque la espera se alargaría por espacio de siete horas y no sería si no hasta al filo de la medianoche que se aparecería el cantante.

Comparte
Autor Lado B
Lado B
Información, noticias, investigación y profundidad, acá no somos columnistas, somos periodistas. Contamos la otra parte de la historia. Contáctanos : info@ladobe.com.mx
Suscripcion