No es posible realizar un ejercicio democrático como las elecciones, en un país que está sumido en la guerra. La desesperanza se ha apoderado de los ciudadanos sirios que cada día ven morir a conciudadanos suyos, incluidos niños y jóvenes.

A pesar de las recomendaciones de Naciones Unidas y de la presencia de las llamadas misiones de paz, en el territorio sirio hay una violación sistemática de los derechos humanos de los ciudadanos todos los días. Los civiles que han muerto desde que comenzó la guerra de Basar al Asaad en contra de la población siria, se cuentan por cientos en las ciudades en las que se concentran las fuerzas opositoras al régimen

Por lo tanto, la población no cree en que la jornada electoral se lleve a cabo con limpieza, además de que los opositores no están contemplados en los comicios. La oposición hizo un llamado a la población a boicotear lo que claramente se ve como una elección amañada, en la que el gobernante elije a los candidatos y no permitirá cambios en la política gubernamental.

Aún con el proceso electoral, en las distintas ciudades que siguen siendo focos de resistencia al gobierno, las tropas del ejercito de Basar al Asaad, continuaron bombardeando a la población de Arida y Homs, en las que hubo seis muertos.

Las elecciones en los países democráticos dejan al pueblo la libertad de elegir a sus gobernantes. En medio de una guerra es imposible llevar a cabo este ejercicio democrático.

La población no puede salir a votar con tranquilidad. Los tanques y las armas del ejército amedrentan a los ciudadanos. Y aún con la presencia de las misiones de paz, el gobierno no ha dado un paso atrás en la guerra en contra de la población siria. Zabadini y Dael, fueron las siguientes ciudades en recibir los bombardeos de los soldados del régimen.

¿Cuántos muertos más costará la democracia en Siria?