Ayer en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP, Paco Ignacio Taibo II, acompañado de habitantes de las comunidades de la sierra norte de Puebla, descendientes directos de los héroes de la batalla del 5 de mayo de 1862, dio una verdadera cátedra de los motivos, estrategias y  sentimientos que acompañaron a quienes participaron en la batalla, dispuestos a morir y sin dudarlo, por México.

Al escuchar la vehemencia con la que Taibo II, defiende a ultranza la valentía y lealtad de hombres serranos que no dudaban en caer en batalla, si con ello lograban que el ejército francés fuera expulsado de México y defender al presidente Juárez aún a costa de su vida, nos emocionamos al pensar en esa historia.

Estuvieron presentes los habitantes de las comunidades como Comaltepec, Tatoxca, Ahuacatlán, Xocolo, entre otras, que exigen reconocimiento de estos lugares de la sierra como comunidades heroicas, en donde nacieron los combatientes del 6º batallón que participó en la batalla de hace 150 años, y que comandados por el General Ignacio Zaragoza, lograron la defensa de Puebla en los fuertes de Loreto y Guadalupe.

Escuchar a Taibo contar la historia, la verdadera historia es fascinante. Los años de estudio e investigación le han dado una extraordinaria facilidad para narrar los hechos y hablar sin tapujos de los traidores a la patria, de quienes estuvieron del lado de los invasores y de quiénes defendieron al imperio por encima de nuestra república.

El llamado de los presentes fue conmemorar la batalla en los pueblos, con los indígenas descendientes de los soldados, defendiendo sus tradiciones, su lenguaje y recordando a sus héroes con dignidad y humildad.

Pensamos ahora adonde han quedado esos patriotas. México está enfrentando uno de los peores momentos de su historia. Y pensamos que es un país que merece un mejor destino. Por ello lucharon los soldados que defendieron los fuertes de Loreto y Guadalupe. Por un destino luminoso y que pueda ofrecer a todos una vida digna con trabajo, vivienda, y educación para los mexicanos, en todas las comunidades pobres de México.

Y como dijo Taibo, no importa que Puebla sea de los ángeles, pero debe ser también de los ángeles como el General Zaragoza y todos sus  soldados que la defendieron con todo su corazón.