Cuando pensamos en los niños, inevitablemente están las dos caras de la moneda. Los niños felices, arropados por sus padres, con derecho a la educación, a la salud y viviendo en un lugar cómodo. Por el otro lado están los niños lastimados, abusados y sin un futuro luminoso para ellos. ¿Cómo no pensar en la ablación que todavía se lleva a cabo en algunos países musulmanes y que mutilan los órganos genitales de niñas entre 4 y 10 años de edad?

¿Con qué derecho, cortan de un cuerpo la posibilidad de sentir placer y dejarlas sumidas en la el dolor y la tristeza? Sin poder decidir sobre algo que les pertenece por completo, su propio cuerpo.

¿Y la pederastia, que tanto ha lastimado a niños y jóvenes que han sido las víctimas?

Los niños golpeados, los que se encuentran viviendo en la calle en las peores condiciones.

¿Y quiénes viven con hambre y mueren por la falta de alimento en países pobres, sin posibilidades de salvar su vida?

Pareciera que no hay remedio, caminos diferentes que seguir, esperanza. De ninguna manera es fácil revertir una situación mundial en la que el hambre, la falta de trabajo, de condiciones dignas de vida, aparecen diariamente en todos los países, sin embargo; es digno de mencionar el trabajo que llevan a cabo una cantidad muy importante de organizaciones no gubernamentales que trabajan por el bien de los niños.

Unicef, Save The Children, Movimiento Mundial Por La Infancia, Médicos sin Fronteras, y muchas más.

Es importante estar informados del trabajo de estas organizaciones y apoyarlas para que puedan continuar con su proyecto.

Hay millones de personas en el mundo trabajando a favor de los niños y de que quienes no tienen nada, puedan soñar con un futuro, en el que gracias al trabajo de millones de seres humanos, podrán pensar en una vida mejor.