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Lado B

La Cumbre de las Américas dejó un «sin sabor» a sus participantes, luego que temas que habían permanecido como tabú desde hace varios años, fueron abordados y reclamados a Estados Unidos, país que no logró profundizar el comercio con la región para recuperar la crisis de empleo que atravieza.

La inclusión de Cuba, país que desde hace más de 50 años se ha mantenido bajo un cerco comercial por Estados Unidos, y la situación de Reino Unido y Argentina por el tema de las Islas Malvinas, no lograron concretar algún acuerdo que permitiera que la Cumbre no sólo quedara como una reunión de mandatarios y pláticas sin fines concretos.

Cuba, uno de los temas más espinosos para la actual administración estadounidense, se convirtió en el reclamo generalizado que mandatarios de Latinoamérica hicieron a Barack Obama, quien pareció estar más interesado en no perder electorado y evitar  perder la presidencia en los próximos comicios.

Latinoamérica se opuso con una voz única a la exclusión de Cuba del foro hemisférico de la Organización de Estados Americanos (OEA); sin embargo, Estados Unidos, acompañado de Canadá, rechazaron la iniciativa: “el hecho de que no haya declaración no es un fracaso, todo lo contrario», señaló este domingo el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, durante una conferencia de prensa de cierre de la cumbre”, dio a conocer El País.

Asimismo, Cristina Fernández, presidenta de Argentina, regresó a Buenos Aires antes del cierre del evento y de la firma de la declaración oficial. Trascendió que el reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas no fue abordado por algunos presidentes.

Cabe recordar que el pasado viernes el canciller argentino, Héctor Timerman, indicó que “esperaba una resolución en la Cumbre sobre el tema de Malvinas”.