La prisa del gobierno del estado por entregar un conjunto de obras prometido para el 5 de Mayo ha causado caos vial en la zona y ha afectado a varios negocios, algunos incluso han tenido que cerrar. Para los vecinos tampoco ha sido fácil, el ruido, el paso del transporte público y el cierre de calles sin previo aviso y en total desorden ha afectado seriamente su cotidianidad

Foto: Francisco Herrera.

Josué Mota

@motajosue

En abril del año pasado comenzaron las obras para la construcción del Viaducto Ignacio Zaragoza y el puente deprimido de la calzada del mismo nombre en el entronque con el Boulevard 5 de Mayo. Ninguno de los vecinos que vive en la zona fue consultado ni avisado previamente y durante los 12 meses que han pasado algunos negocios comerciales cerraron, la mayoría tuvo una baja en las ventas de por lo menos el 50 por ciento, todos sufrieron por el caos vial y el gobierno no les ofreció ningún tipo de apoyo.

Justo en la esquina de la Calzada Zaragoza y el Boulevard 5 de Mayo había una ferretería, a los tres meses de que comenzaron las obras los productos se dejaron de vender y el negocio tuvo que cerrar. No se sabe si tras la conclusión de las obras volverá a abrir.

Foto: Francisco Herrera.

A unos pasos de ahí, José Antonio Velázquez también tiene una ferretería y cuenta que los primeros seis meses fueron los más difíciles para las ventas, puesto que no había forma de llegar hasta su local en auto e incluso el paso peatonal era complicado. Para no perder clientes comenzó a contactarlos por teléfono y a llevar personalmente los pedidos a donde los requerían.

Lleva tres años con su negocio pero durante los primeros seis meses de trabajos de construcción de las obras sus ventas se redujeron en un 50 por ciento. Hace una semana el paso vehicular se abrió de nueva cuenta en la zona donde está su negocio, aunque aún hay muchos problemas de circulación  dice que espera que en los próximos días se pueda recuperar.

En el otro extremo de las obras, sobre la Diagonal Defensores de la República casi en el entronque con la Calzada Zaragoza hay un par de lotes de autos, uno de los cuales está cerrado desde hace meses, en el otro en la oficina, la vendedora se aburre y es normal pues cuenta que antes de que comenzaran las obras podían llegar 10 posibles clientes en un día, ahora sólo llega uno y hay días en que ni uno se aparece por ahí.

Los dos lotes pertenecen a una misma empresa que decidió cerrar completamente uno para no pagar a los empleados y  soportar la crisis. Ante la posibilidad de que la empresa abandonara los lotes la persona que les alquila los espacios accedió a bajar el costo de la renta. De esta forma la falta de ventas afectó a la empresa propietaria de los lotes, a los empleados y al que renta los espacios.

La vendedora calcula que por los menos durante los 12 meses que llevan los trabajos las ventas han bajado 50 por ciento. Narra que los trabajos no sólo han dejado bajas ventas sino también sustos, pues asegura que el pasado 20 de enero cuando cayó una estructura del puente elevado del Viaducto Zaragoza algunos vecinos pensaron que el volcán Popocatépetl había comenzado a hacer erupción, por el ligero temblor y el fuerte estruendo.

Pero para otros la caída de la ballena, como se conoce a la estructura que cayó, no sólo causó susto, sino pérdidas económicas. En la Calzada Zaragoza frente a Comercial Mexicana hay un acuario llamado Mundo Azul, la tarde del desplome se derrumbaron varias peceras por la vibración que se generó. Hasta hace una semana el gobierno pagó el costo de las peceras.

Durante los últimos cuatro meses el acuario registró una baja en las ventas de aproximadamente el 80 por ciento, ya que en esa zona no sólo estaba cerrado el paso vehicular, sino que en algunas semanas los peatones no podían cruzar a la acera de enfrente y viceversa. Los trabajadores de esta tienda también tuvieron que salir y entregar los productos a la casa de clientes para poder vender un poco y seguir con el negocio.

El dueño del acuario asegura que junto con otros comerciantes de la zona buscaron un acercamiento con representantes del gobierno para conseguir algún apoyo frente a la caída en las ventas. “Queríamos ver si nos apoyaban con el pago del agua, o algún impuesto o algo, pero nunca nos dieron respuesta”.

Foto: Francisco Herrera.

Este acuario lleva dos años de existencia, la cual se puso a prueba porque hubo meses en que se retrasaron en el pago de la renta porque ni para eso salía, pero nadie los apoyó.

La baja en las ventas no sólo se reflejó en los pequeños comercios familiares, sino en comercios más grandes como el restaurante California, ubicado en el cruce de la Diagonal Defensores de la República y la Calzada Ignacio Zaragoza, un local acostumbrado a buenas ventas que de pronto comenzó a ver cómo la gente dejó de llegar hasta registrar una disminución del 70 por ciento, según comentó una trabajadora del lugar.

Otro negocio afectado fue el Waldo’s, que se ubicaba exactamente en la misma zona y que según algunos vecinos cerró desde hace varios meses.

Y el caos vial…

Los que viven en la zona de Los Fuertes no sólo han experimentado bajas en las ventas sino también fuertes problemas de tráfico por las vías alternas que tomaron las rutas de transportes público, por el progresivo cierre de vialidades y por el paso, día y noche, de camiones dedicados a la construcción de la obra.

Un vecino de arboledas de Guadalupe comentó que una noche regresando del trabajo tardó dos horas en llegar a su casa por dos factores principalmente, el tráfico y el cierre de calles, el congestionamiento vehicular lo hizo perder más de una hora, pero ya que estaba cerca de su casa descubría que algunas calles que por la mañana estaban abiertas al paso vehicular, por la noche ya no lo estaban, así que tuvo que ir rodeando colonias hasta que finalmente pudo llegar a su casa.

Además, en las colonias Lomas de Loreto, Arboledas de Guadalupe, Adolfo López Mateos, La Ciénega y La Rosa han visto cómo sus estrechas calles tuvieron que dar paso al transporte público e incluso algunas tienen circulación en ambos sentidos. Y como si los 10 meses que ha durado la construcción de las obras no fueran suficientes, ahora en abril el tráfico incrementa por la tarde y por la noche debido a los visitantes de la Feria 5 de Mayo.

Otra mujer que vive con su familia justo frente al estadio Zaragoza, donde también se construye un parque dentro del paquete de obras del 5 de Mayo, comentó que en diversas ocasiones su marido ha reclamado a quienes trabajan en la obra porque no se detienen sino hasta después de las 12 de la noche y el ruido impide que sus hijos, de 3 y 7 años, puedan dormir. Además de que durante todo el día deben el ir y venir de los transportes de carga invadiendo las calles, que ya han dañado seriamente. A eso se suma que deben estar permanentemente atentos por el riesgo que significan  los camiones de transporte público que pasan muy rápido por las estrechas calles.

Foto: Francisco Herrera.

¿Estarán a tiempo?

Cuando las obras iniciaron, el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas aseguró que serían para la celebración del 150 aniversario de la batalla de Puebla contra los franceses, pero a juzgar por el último reporte de avances en las obras que entregó el gobierno del estado, el tramo del puente deprimido difícilmente estará listo para el 5 de mayo, es decir en 11 días, puesto que sólo presentaba hasta marzo pasado un avance del 36.9 por ciento, según dio a conocer el portal de noticias e-consulta.

El que posiblemente sí sea entregado a tiempo es el puente elevado que librará el cruce de la Calzada Zaragoza con la Diagonal Defensores de la República que presentaba en marzo un avance de poco más del 90 por ciento.

Lo que llama la atención de este tramo de obra es que inicialmente el gobierno dio a conocer que la zona del mausoleo de Ignacio Zaragoza sería una zona completamente peatonal, pero ahora con los avances que presenta la obra esa zona parece que quedará exactamente igual a como estaba antes.