Lado B
Perfiles políticos y valores humanos
En las universidades se hace un examen de evaluación para optar por un plaza académica, en las empresas se realizan exámenes de aptitudes para ocupar una vacante. Los estudiantes presentan un examen de admisión para entrar a la preparatoria y la universidad.
Por Lado B @ladobemx
15 de marzo, 2012
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En las universidades se hace un examen de evaluación  para optar por un plaza académica, en las empresas se realizan exámenes de aptitudes para ocupar una vacante. Los estudiantes presentan un examen de admisión para entrar a la preparatoria y la universidad.

¿Y a los diputados cuándo se les hará una prueba de aptitud para saber si pueden ocupar el cargo? Desde luego no es la primera vez que un diputado o diputada hace comentarios ofensivos en contra de una persona por su preferencia sexual o por su situación social.

Se dijo que Juan Pablo Torres era  diputado panista de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y su comentario en contra de sus pares del PRD, era “porqué permitían el matrimonio entre jotos”; más adelante Acción Nacional indicó que se trataba de un simpatizante de dicho partido, minimizando el hecho.

Los mexicanos pensamos diferente: conservadores, liberales, hombres y mujeres de derecha, de izquierda, etc. Lo que no podemos permitir es que ninguna persona falte al respeto a otra por su preferencia sexual o su situación social. Y mucho menos a nuestros representantes en las Cámaras que se supone hacen las leyes para que la sociedad viva mejor y armónicamente.

Es evidente que muchos no cumplen con un perfil mínimo de tolerancia, respeto y solidaridad hacia la sociedad.

Nueva Alianza ha declarado que son respetuosos de la diversidad social en toda su amplitud y han castigado al diputado Héctor Alonso Granados por sus comentarios ofensivos en contra de un joven que realiza un trabajo para otro diputado.

Lo deseable para la sociedad es que también los candidatos a diputados, senadores, gobernadores, presidentes municipales y todos los funcionarios públicos, presenten un examen de aptitud para saber si pueden desempeñar el puesto sin cometer los muy graves errores que los dejan al descubierto y nos hacen pensar que no les importa la sociedad ni sus problemas.

Con evaluaciones periódicas, seguramente tendríamos funcionarios y personas que ocupan puestos de elección popular, mejor preparados y que puedan convivir pacíficamente en la diversidad de nuestro país.

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