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Xavier Rosas

@wachangel

Fue en 2009, en Buenos Aires, Argentina, cuando asistí a un evento internacional de narradores llamado “Encuentro Internacional de Narración Texturas”, en el que conocí a un profesor de Castelar que me contó acerca de algunos conocidos que habían descubierto que, quienes creían eran sus padres, no lo eran, ya que habían sido secuestrados cuando eran muy pequeños y luego de más de 30 años, habían descubierto, gracias a la organización las Abuelas de la Plaza de Mayo, que sus padres habían sido asesinados por quienes los habían adoptado.

Aquella ocasión me resultó difícil entender el hecho, ya que imaginar que quienes te han educado, dado alimentación, casa, sustento y demás durante toda tu infancia, puedan ser los responsables de desaparecer a tus verdaderos padres.

Periodismo Humano dio a conocer un artículo al respecto, ya que esta semana se llevó a cabo el enjuiciamiento de “10 represores por el secuestro y robo de una treintena de menores”, quienes podrían ser sentenciados para fines de mayo.

“Los imputados están acusados por sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de 10 años. Pero algunas de estas personas desaparecidas recién nacidas o con muy pocos años de vida solo ahora están recuperando su identidad, cuando tienen más de 30 años. En algunos casos, esos menores fueron secuestrados junto a sus padres y en otros nacieron mientras sus madres estaban en prisión clandestina. Abuelas de Plaza de Mayo, precisamente, nace de un grupo de madres de esos detenidos-desaparecidos que se organizó para reclamar por la aparición de sus nietos, a los cuales no cejan de buscar”, publicó dicho portal.

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