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Lado B

Los muros retumban, algunos de estos se encuentran en ruinas y no se entiende cómo es que aún permanecen en pie. El sonido de los cañones parece que aumenta conforme pasan los días, así como las ametralladoras y gritos en las calles no cesan de escucharse.

Veintiséis días de fuego constante, bombardeos que cada día se describen en las noticias internacionales como “el más violento”; número de personas fallecidas que aumenta de manera alarmante –más de 100 al día reportó la ONU esta semana-; mientras tanto, organismos en defensa de los derechos humanos exigen el cese al fuego y la intervención de las potencias mundiales para frenar la violencia en Siria, así como la destitución del actual mandatario, Bashar al Asaad.

Resulta un relato ficticio de alguien que no se encuentra en Medio Oriente y sólo hace un seguimiento de la situación en Siria vía Internet; sin embargo qué tan alejado de la realidad resulta cuando periodistas que se encuentran en la zona de conflicto, relatan que en Homs: “bombardearon por la mañana el barrio, donde escasean alimentos, medicamentos y agua, y las líneas telefónicas y el suministro de electricidad está cortado. La nieve que cae sobre Homs permite a los vecinos llenar cubos para conseguir agua. A las organizaciones humanitarias no se les permite trabajar en Siria”, se puede leer en El País.

Este jueves Homs fue de nueva cuenta bombardeada por el Ejército de Bashar al Asaad, logrando que las fuerzas opositoras al mandatario -el Ejército de Siria Libre- se retiren de algunos de los barrios ante la imposibilidad de hacer frente a las armas del gobierno.

Por ello, se ha otorgado un permiso para qué organismos como Cruz Roja atiendan a los heridos y puedan dotar de alimento y agua a la población que aún se encuentra en la zona; sin embargo, esto no quiere decir que la violencia cese en la zona.

Cabe recordar que hace 30 años Hafez al Asaad, padre del actual mandatario, llevó a cabo la misma estrategia en la ciudad de Homs -utilizar toda la fuerza militar contra opositores a su régimen-, que dejó como resultado que en menos de un mes murieran alrededor de 20 mil personas; por lo que se estima que las cifras que ha conseguido su hijo superarían por completo la matanza que la historia de Siria conoce y está viviendo nuevamente.