Cepet

La coeditora del semanario Zeta, Adela Navarro Bello, fue amenazada por miembros de un grupo delictivo en Tijuana, Baja California, en el norte de México.

En su columna semanal, Navarro Bello explicó que a raíz de la publicación de ciertos nombres, el 22 de febrero se recibieron llamadas amenazantes en el domicilio del semanario, por lo que exigió la intervención de las autoridades correspondientes.

La amenaza “de acabar con personal de Zeta”  fue de un miembro del cártel de los Arellano, Melvin Gutiérrez Quiroz.

Autoridades mexicanas y norteamericanas no sólo confirmaron la amenaza contra los periodistas, con información proporcionada por parte de sus grupos de inteligencia, sino que nos informaron además, que el plan fatal estaba siendo orquestado –hasta el lunes 28 de febrero– por Melvin Gutiérrez Quiroz y otro de nombre Octavio Leal Hernández y de alias “El Chapito”, sucesor de Juan Francisco Sillas Rocha en la estructura del cártel Arellano Félix.

Ante esos hechos, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) inició una investigación, al igual que lo hizo en el caso de Antonio Heras Sánchez, corresponsal de La Jornada, quien fue golpeado por desconocidos el 23 de febrero en Mexicali, la capital de Baja California.

En un comunicado, la CNDH dijo que permanecerá atenta a la actuación de servidores públicos encargados de cumplir y hacer cumplir la ley y de las investigaciones que emprendan para el esclarecimiento de estos lamentables hechos.

Asimismo, hizo un llamado a las diversas autoridades responsables a que emprendan las acciones necesarias y contundentes que garanticen las condiciones de seguridad y prevención suficientes para que el desempeño de los profesionales de la comunicación no se vea coartado ni amenazado por ningún tipo de circunstancia.

El semanario Zeta ha sido uno de los medios más atacados en toda su historia, iniciando con el asesinato en abril de 1988 del columnista Héctor Félix Miranda; en 1997 fueron asesinados el excontador y el abogado del semanario, Humberto Navarro y Carlos Estrada, respectivamente.

El 27 de noviembre de  ese mismo año, Jesús Blanco Ornelas, director del semanario, fue atacado por sicarios del barrio Logan de San Diego, California, quienes no lograron su objetivo y el periodista resultó herido de cuatro disparos; su escolta, Luis Lauro Valero fue asesinado en el lugar del atentado.

El CEPET lamenta los sucesos y se adhiere al criterio de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresiónde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA que establece que las agresiones en contra de periodistas y medios de comunicación por motivo de su trabajo periodístico, sean consideradas un ataque en contra de la sociedad porque vulneran su derecho a estar informada.

Al mismo tiempo, exhorta a las autoridades de Baja California para que se investiguen las amenazas contra la periodista Adela Navarro Bello, e implementen las medidas cautelares necesarias para garantizar su integridad y la del personal del semanario Zeta.