El pasado viernes tres de febrero, la activista Norma Esther Andrade, fundadora de la organización Nuestras Hijas de regreso a Casa (NHRC) originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, fue víctima de un segundo atentado, esta vez en el Distrito Federal.

Andrade fue atacada con un arma punzocortante aunque el agresor logró escapar; por suerte, la activista fue trasladada a un hospital y sobrevivió.

El dos de diciembre de 2011 la activista fue víctima de otro ataque afuera de su residencia en la ciudad fronteriza, y a pesar de que recibió cinco disparos logró sobrevivir y se mudó bajo el anonimato a la Ciudad de México, por seguridad tanto suya como de su familia.

Alejandra, hija de Norma, fue desaparecida y asesinada en Ciudad Juárez, por lo que la activista fundó junto con otras madres de familia la organización NHRC en 2002. El 30 de septiembre de 2011, la chihuahuense presentó una denuncia formal ante autoridades federales luego de recibir una amenaza telefónica, y tan sólo unos días después recibió un mensaje donde decía que tanto élla como su familia tenían que abandonar la ciudad en un plazo máximo de 12 horas o de lo contrario perderían la vida.

Cabe destacar que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió se establecieran medidas cautelares de protección tanto para Norma como para otras cuatro integrantes de NHRC.

Ante el ataque de la defensora, Amnistía Internacional emitió un comunicado y lanzó una acción urgente para exigir a las autoridades que protejan la vida de la activista que lucha buscando justicia tanto para su hija como para cientos de mujeres que han sido desaparecidas, torturadas, violadas y asesinadas no sólo en Ciudad Juárez sino en toda la República.

Puedes firmar la petición aquí http://alzatuvoz.org/norma