Paco Coca

El sábado pasado, el delantero uruguayo del Liverpool, Luis Suárez, le negó el saludo al defensa francés del Manchester United, Patrice Evra. Este gesto desató una gran polémica en Inglaterra, a tal nivel que hasta el primer ministro británico, David Cameron, criticó al charrúa.

Una larga historia precede a estos dos futbolistas. El pasado 15 de octubre, Evra –de origen senegalés- acusó a Suárez de proferirle insultos racistas durante el encuentro. El uruguayo se defendió y negó las acusaciones, aunque la Federación de Futbol británica (FA) le recetó a Suárez una suspensión de ocho partidos.

Los integrantes del Liverpool reaccionaron con muestras públicas de apoyo a su compañero, mientras su club apeló el castigo.

La FIFA ha puesto atención especial en Europa a combatir el racismo en la cancha y las tribunas, pese a las desafortunadas declaraciones que hace unos meses realizó el presidente del organismo, el suizo Joseph Blatter.

Al final, Suárez fue suspendido y cuando parecía que la situación había sido superada, el uruguayo se encargó de revivirla este sábado. Es una costumbre en el balompié inglés que los jugadores formen dos filas y se saluden de mano antes de iniciar el encuentro. Las cámaras enfocaron el momento en que Evra y Suárez se encontraron, fue ahí cuando el charrúa se siguió de largo y dejó con la mano en el aire al también seleccionado francés, para saludar directo al portero del ManU, David Gea. Evra reclamó de manera aireada el desplante y al término del partido, dedicó una efusiva celebración a Suárez, que se dirigía cabizbajo a los vestidores.

Al otro día del encuentro, el primer ministro británico, David Cameron, anunció que realizará una reunión con miembros del medio futbolístico inglés para tratar el problema del racismo, que recientemente ha dominado los titulares en la isla.

El de Suárez no es el único caso, el defensa del Chelsea John Terry, perdió la capitanía de la selección de Inglaterra debido a que enfrenta un juicio por haber insultado a Anton Ferdinand, del Queens Park Rangers, el pasado octubre. Estas agresiones verbales presuntamente también fueron de contenido racista. Este escándalo provocó la renuncia del técnico de la selección inglesa, el italiano Fabio Capello, que se inconformó con el castigo de Terry.

Otro de los problemas que enfrenta el Liverpool es que uno de los principales patrocinadores del equipo, el banco británico Standard Cartered, criticó la acción a través de un comunicado. “Estamos muy decepcionados por los incidentes del sábado y hemos transmitido nuestra preocupación al club”, comentó la empresa que firmó con los Reds el patrocinio más caro en la historia del balompié inglés, 97 millones de euros por poner su nombre en su camiseta durante los próximos cuatros años.

Por lo pronto, la FA anunció que no habrá sanciones por este gesto y Suárez podrá seguir participando normalmente con su club.