Es ahora común que los ciudadanos comentemos en la calle, el café, la escuela, el trabajo, sobre los delitos que nos han alcanzado a nosotros o a conocidos, vecinos, o que diariamente leemos en las noticias.

Es cierto que los ciudadanos ya denunciamos, práctica que hace algunos años no era necesaria o que en algunos casos las personas tenían miedo de que fueran perseguidos por hacerlo. El miedo no ha cedido, pero ante la cantidad de delitos que se cometen día a día, los ciudadanos deciden hacerlo por no quedarse callados.

Es muy importante que se realicen foros en los que académicos y especialistas en materia de seguridad pública, den a conocer sus puntos de vista. La información es esencial para que los ciudadanos podamos tomar medidas preventivas y no vivir con miedo en una ciudad tan entrañable.  Hay desde luego posturas distintas, lo que es una realidad es que la sociedad está haciendo un llamado a las autoridades para que se realicen los mejores esfuerzos para que los ciudadanos podamos transitar tranquilos por la ciudad. Hoy eso no ocurre. Los microbuses de la ciudad portan carteles en los que piden el cese de los robos a sus unidades de transporte. Los delitos se han duplicado, triplicado y quintuplicado. No es posible que no podamos caminar sin prisa y sin pensar que en algún momento podemos ser víctimas de la delincuencia.

La denuncia es fundamental, el trabajo de las autoridades, también.