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Lado B

El gobierno de los Estados Unidos ha decidido cerrar su embajada en Siria -ubicada en la ciudad de Damasco-, debido a que considera que las autoridades de este país no pueden garantizar la seguridad de su delegación diplomática.

El departamento de Estado, mediante un comunicado, dio a conocer que «todos los funcionarios de la embajada, así como sus familias, se han ido»,  así como recomendó a todos sus connacionales que se encuentran en Sira abandonen dicho territorio.

Y es que desde el pasado 20 de enero, el gobierno de Barack Obama había advertido al régimen de Bashar al Asad que cerraría su embajada si las condiciones de seguridad no cambiaban; sin embargo, la represión de las fuerzas del orden contra opositores al régimen sirio han motivado que  se llegue a esta resolución.

Cabe recordar que la semana pasada, Rusia y China se abstuvieron de votar ante en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) para que el mandatario sirio, Bashar al Asad, dejara el poder; situación que motivo fricciones entre estos países con  Estados Unidos.

«Homs se ha convertido en una enorme jaula en la que miles de personas tratan de seguir con vida bajo el asedio de las bombas, decenas de francotiradores en las azoteas de los edificios y un ambiente de terror generalizado y continuo, soportando la feroz ofensiva de los últimos días de las tropas del Geish (ejército) de Bachar el Asad. El ataque en las zonas rebeldes comienza habitualmente a las seis y media de la mañana y hoy durante cuatro horas llovieron más de doscientos morteros sobre la población civil que, refugiada dentro de casa, carece del más mínimo lugar en el que esconderse. La muerte puede sorprenderles en el salón, en la cocina, en la puerta de casa. A partir de las diez, los morteros caen cada diez minutos hasta que cae la noche».

Lado B recomienda leer el artículo de Mayte Carrasco en El País.