En un país mayoritariamente católico, como el nuestro, cualquier opinión, propuesta o reforma que mencione este tema es polémica. La Cámara de Diputados ha aprobado la reforma al Artículo 24 Constitucional que ahora queda así:

 Que todo individuo tiene derecho a la libertad de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado.

 Dicha libertad incluye el derecho de practicar, individual o colectivamente, “tanto en público como en privado, las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley”.

Las protestas se han dado en diferentes estados del país y tiene que ver con una prohibición que antes existía y que limitaba la celebración de actos religiosos en lugares públicos. Ahora ya no es así, lo que abre la puerta a que en escuelas, parques y otros lugares podamos presenciar una celebración religiosa.

¿El estado laico se verá amenazado por las nuevas reformas a la Constitución?

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¿Realmente un partido de fútbol podría despertar el fanatismo para llegar a la violencia extrema que dejó 74 personas muertas en Egipto?

La sociedad egipcia está enfrentada. Recordemos los últimos acontecimientos en ese país que dejaron un país lastimado y profundamente dividido.

Las manifestaciones siguen en Egipto y nos preguntamos si la acción en el estadio de Port Said fue planeada por grupos que se oponen a los cambios. No creemos que la violencia por un partido de fútbol, llegue a esos extremos.

Ojalá que las autoridades egipcias tomen medidas que protejan a la sociedad en contra de estos actos de barbarie.