¿No están nerviosos? ¡Ya empezó la carrera para la Presidencia de México!… bueno, la verdad es que empezó hace varios años:

• Aún recuerdo al rayito de la esperanza convertido en un peligro para México postulándose para “la grande” desde el gobierno del Distrito Federal.
• ¿Cómo olvidar al candidato que mostraba a un “político joven” con los vicios de siempre? Ese que firmó los 1000 compromisos y salió en más de 1000 portadas, convirtiéndose en el Gobernador pop de la historia de México.
• La caballeriza del partido azul no es para nada distinta, uno de los “pre” actuales también lo fue hace 6 años quedando afuera de la candidatura porque en su partido decidieron lanzar a Felipe Calderón.

Y entre el vago recuerdo de las tantas promesas repartidas hoy solo regresan a vender espejitos. ¿Alguien realmente cree que alguno de los presidenciables ha hecho la diferencia en los espacios de poder donde se han desenvuelto?, si la respuesta es no, entonces coincidimos en que no hay mucho que esperar.

¡Qué triste es no creer en ninguna propuesta!, pero es natural cuando ningún partido en este país está haciendo las cosas de manera diferente. Promesas muchas, proeza ninguna.

Los candidatos no inspiran, asfixian. Vemos, escuchamos, leemos, comemos propaganda vacía. El contenido de las campañas es superficial, el único fondo que les preocupa es la operación política, ¿cómo hacer que los consumidores voten por su imagen o dejen de votar por el otro?

Lo peor de todo es que algunos ya están empezando campaña para el 2018… ¿creerán que por salir en todos los medios nacionales se convertirán en el candidato ideal?, ¿por qué no aprenden de los que han cometido el mismo error de aburrirnos durante 5, 6 o hasta 12 años de campañas?

Las campañas políticas de hoy no nos hacen soñar, provocan sueño. Es mejor despertar a esa realidad y hacer lo que nos toca. Hay que ser responsables de nuestra acción diaria, los actos personales conscientes de que somos colectividad hacen más la diferencia en nuestras vidas. Voten por quien quieran, eso no es tan importante como hacer las cosas bien en la propia profesión, familia y comunidad. Haz tu parte, yo la mía, invitemos a otros a hacer la suya, solo así llegará el día en que las propuestas estén a la altura de ciudadanos comprometidos con su país.

* Ciudadano poblano por nacimiento, crecimiento y convicción. Mi profesión es la vinculación.

**Este es un mensaje dirigido a todos los mexicanos que estamos hartos de las elecciones simplonas de los partidos políticos.