Y Rafael Moreno Valle dejó solo a Ernesto Cordero en sus aspiraciones de alzarse como candidato albiceleste a la Presidencia de la República.
El gobernador del estado, uno de los cuatro mandatarios que el 26 de mayo pasado hacían pública la creación de un bloque de apoyo al entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, abandonó el barco corderista al anunciar en su primer informe de gobierno que “en este proceso electoral no asistiré a ningún evento en apoyo a los candidatos de elección popular”.
Y fue más allá, instruyó a los integrantes de su Gabinete “a seguir este ejemplo”, y con ello dejó colgados del clavo a Pablo Rodríguez Regordosa, su secretario del Trabajo y enlace con el ala dura del PAN; y a Mario Riestra Piña, su operador político en el Congreso y coordinador de la bancada panista, quienes se sumaron a la caballada azul en mayo pasado y fueron nombrados coordinadores de la campaña de Cordero a nivel estatal y municipal, respectivamente.
Tal vez por eso en su mediático evento –organizado por la empresa Creatividad y Espectáculos, filial del conglomerado Corporación Interamericana de Espectáculos (CIE) con un costo de 11.6 millones de pesos, según dio a conocer el portal NGPuebla— no apareció ninguno de los “suspirantes” panistas.
Y aunque ya no es presidenciable, tampoco apareció en el Centro Expositor de la ciudad de Puebla el perredista Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal, a pesar de que fue una presencia constante durante la campaña electoral que llevaría a Moreno Valle a la gubernatura.
En cambio, quien no faltó y estuvo en primera fila, justo a un lado de Salomón Chertorivsky, secretario de Salud federal y representante personal del presidente Felipe Calderón, fue la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo.
La misma que en 2006 pactó con Felipe Calderón el apoyo a su candidatura a cambio de puestos políticos para sus allegados, entre ellos Miguel Ángel Yunes, Roberto Campa y Francisco Yáñez.
Cifras y abucheos
Al filo del medio día Rafael Moreno Valle atravesó la puerta de entrada del Centro Expositor para encontrarse con un auditorio de más de 10 mil invitados abarrotando el espacio, el mismo que hace un año Mario Marín Torres ocupó sin poder llenar en el que fue su último acto público.
Caminó a la largo de toda la primera hilera de sillas, saludando de mano a sus invitados especiales: gobernadores –Hidalgo, Oaxaca, Tlaxcala, Veracruz, Aguascalientes, Campeche, Sonora, Chihuahua, Nayarit y Tamaulipas–, presidentes nacionales de los partidos que coaligados lo llevaron a la gubernatura –PAN, PRD, Panal y Movimiento Ciudadano–, ex gobernadores del estado entre ellos su abuelo –aunque resaltó la ausencia de Mario Marín y Manuel Bartlett–, y rectores de universidades públicas –UNAM y BUAP—.
La salva de aplausos y una cámara de video siguió los pasos del mandatario estatal con sólo dos baches: los abucheos cuando en la pantalla de más de 10 metros de largo que se montó detrás del estado aparecieron la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo y la aspirante priísta al gobierno del DF, Beatriz Paredes.
Los abucheos se repetirían después cuando, en su discurso, Moreno Valle las volvió a mencionar, para agradecerle “a la maestra su compromiso con la educación y su disposición para crear en Puebla el modelo para la gran revolución educativa”; y a la priista su intervención como presidenta de la comisión de Migración en la Cámara de Diputados para la compra de una oficina de representación en Passaic, New Jersey.
Y tras la salutación Moreno Valle subió al estrado y con nueve pantallas detrás comenzó a enumerar las acciones de su primer año de gobierno, entre ellas:
Y aunque se esperaban nuevos anuncios relacionados con la revisión del trabajo de los funcionarios del sexenio pasado, el mandatario sólo insistió en que en “su administración no habría persecución pero tampoco encubrimiento”, sin mencionar por su nombre el caso del exsecretario de Salud, Alfredo Arango, quien fue detenido el pasado viernes e ingresado en el penal estatal de San Miguel.
Sombrillas y revistas
Concluido el informe, mientras los políticos locales y los invitados especiales iniciaban con la ceremonia de besamanos, afuera, el resto de los 10 mil asistentes, los que llegaron en grupo movilizados por “delegados”, recibía sombrillas conmemorativas del primer informe y una de las copias de la edición especial de 80 páginas de la revista Líderes Mexicanos dedicada a Rafael Moreno Valle y su Gabinete de gobierno.