El 14 de febrero de 2006 se dio a conocer una grabación en la que el ex gobernador, Mario Marín Torres, hablaba con su gran amigo Kamel Nacif, para presumir  los coscorrones que propiciarían a la periodista Lydia Cacho por atreverse a denunciar al llamado “rey de la mezclilla” por presuntos actos de complicidad con pederastas como Succar Kuri. El periódico La Jornada documentaba la información.

A quienes participamos en la manifestación del 26 de febrero de 2006, una de las más grandes celebradas en Puebla y compuesta por decenas de miles de ciudadanos -aproximadamente cincuenta mil-, era claro que esa grabación dejaba al descubierto que el gobierno de Mario Marín protegía a pederastas y corruptos.

Ahora, uno de sus ex funcionarios de primer nivel está preso. Alfredo Arango se encuentra recluido en el penal de San Miguel. Hay una orden de aprehensión en contra de Javier García Ramírez, ex secretario de Desarrollo Urbano y Obra Pública, uno de los funcionarios más cuestionados por la inoperancia de sus obras y el costo altísimo de las mismas.

Ahora y desde siempre pensamos que los ciudadanos nos sentíamos ofendidos y recibimos con mucha tristeza la exoneración que la Suprema Corte de la Justicia de la Nación dio al ex gobernador.

¿Qué pensarán ahora los magistrados viendo que los funcionarios de primer nivel de aquel gobierno están siendo investigados y se está demostrando la insultante corrupción que, en contra de la sociedad poblana, se cometió en el gobierno de Mario Marín?

Lo rescatable es que la sociedad no se equivocó. Salimos a la calle y teníamos razón. La lista es larga, no sabemos cuántos más van a huir como Javier García Ramírez.