Joseline Santos Enríquez

@joss_santos

“No siempre las decisiones responsables son populares”, reflexionó el presidente del Congreso local, Guillermo Aréchiga Santamaría. Las críticas y protestas contra las modificaciones a la ley del Issstep, que encabezaron más de 500 docentes confirmaron que al legislador de Nueva Alianza le asistía la razón.

El caos vial que imperaba en las principales avenidas del Centro Histórico desde las 9:00 horas parecía advertir el gatuperio que enfrentarían legisladores durante la sesión plenaria de este jueves, donde aprobarían la obligatoriedad para que maestros agremiados a la Sección 51 del SNTE y burócratas, aporten el 13.5 por ciento de su salario. La medida garantizará la solvencia económica del instituto, dijeron los diputados.

Hace unos días, la bancada del PAN presentó la propuesta que garantizaría la eficiencia de capital y laboral, para esto los trabajadores tendrían que aumentar sus contribuciones.

Las reacciones en contra no tardaron en aparecer. Un grupo encabezó una marcha desde el Paseo Bravo cuyo objetivo final era llegar a la sede del Congreso local ubicada en la 5 Oriente a la altura del número 128, sin embargo una centena de elementos de la Policía Estatal Preventiva les impidieron alcanzar la meta.

«Diputados, traidores, por eso están panzones”, entonaban los docentes mientras marchaban.

Con la fuerza pública enmarcando las puertas de acceso, los nerviosos diputados decidieron iniciar la sesión.

A la par, el legislador de Movimiento Ciudadano, José Juan Espinosa Torres, logró ingresar a una decena de manifestantes al patio del Legislativo, pero no al Pleno.

Por la fuerza intentaron ir más allá y acceder a la sesión, fallaron en el intento. Optaron por calmarse y esperar.

Pero una vez que transcurrieron 4 horas desde su ingreso al patio, desesperados, buscan entrar.

Espinosa Torres se levantó de su curul e intenta abrir las puertas del salón de Plenos para facilitar el acceso de los manifestantes. Orquesta un conato de violencia.

-¡Siéntate José Juan, protagonista! – increparon desde galerías.

La proposición logró la ovación de los asistentes.

-¿Va a regresar a su lugar o tiene otras cosas que hacer por allá?- cuestionó el presidente de la Mesa Directiva, Lauro Sánchez López, mientras señalaba la puerta principal del salón de Plenos.

-¡Me tienen secuestrado, su gente me tiene secuestrado! – espetó Espinosa, mientras intentaba abrir la puerta y salir del salón.

Las burlas y carcajadas colmaron el lugar. José Juan, se dio por vencido y regresó a su curul.

Inicia la discusión

Han pasado 6 horas de trabajo en el Pleno. Finalmente los diputados inician la discusión de la controvertida Ley.

José Juan Espinosa, Víctor Hugo Islas, Héctor Alonso y Lauro Sánchez, desde tribuna emiten su posicionamiento por casi 60 minutos.

Tras escucharlos, finalmente los 38 legisladores presentes la aprobaron por unanimidad, pero se reservaron la discusión de los artículos 36, 38, 39, 41, 80, 95, 100, 109 bis y el sexto transitorio.

El debate continúa.

“Tenemos unas propuestas, su servidor y el diputado José Juan. Queremos decirles que nosotros no llegamos tarde a la repartición de cerebros, y así dicen en mi pueblo: si me explican entiendo las cosas. Creo que hasta ahora hemos sido propositivos en este Congreso, hemos sido responsables (…). Permítanos entonces que también opinemos, porque nosotros no somos semillero de la rebeldía en este Congreso, la gente primero vota por ustedes y luego ya ni siquiera los buscan a ustedes porque les pierden la confianza, buscan al PT y Convergencia para que le entre a la bronca, y está bien, le entramos, pero escúchenos”, recrimina el petista Zeferino Martínez a sus compañeros, quienes desecharon las propuestas de modificar los artículos 95 y 100, impulsadas por los diputados de izquierda.

Quienes sí consiguieron el respaldo de sus correligionarios fueron Antonio Gali (PRD), José Luis Márquez (PRI), Miriam Galindo (PAN) y Guillermo Aréchiga (Panal). Éste último propuso modificar los porcentajes de las aportaciones.

A partir de ello, los diputados avalaron por unanimidad que los trabajadores del estado destinen el 13 por ciento de su salario para solventar el problema económico del Issstep, es decir, .50 por ciento menos que la propuesta inicial.

El 6.50 por ciento será para financiar sus servicios médicos, el 5.50 por ciento para el Fondo de Pensiones y Jubilaciones, el .50 para préstamos y el .50 para servicios de estancias infantiles.

Del 13 por ciento de las contribuciones de los trabajadores, el gobierno estatal deberá otorgar el 26 por ciento y el resto los empleados.

Además, la reforma no plantea la privatización del instituto, reconoce la antigüedad de los trabajadores, da solvencia económica, conserva el sistema de reparto en las pensiones, crea un nuevo beneficio pensionario conocido como Cesantía en Edad Avanzada para asegurar una pensión al trabajador a partir de los 70 años, y prohíbe que el fondo de pensiones sea utilizado exclusivamente para este fin, pues los gobiernos anteriores lo utilizaron para financiar adquisición de medicamento, construcción de hospitales, equipamiento, entre otras acciones, lo que ocasionó la reducción del Fondo de Pensiones, poniendo en riesgo esta prestación.

Los burócratas que permanecían en el Congreso consideraron que el gobierno debe recuperar el capital porque “no es justo que ellos se lo roben y ahora nosotros tenemos que pagarlo”.

Sin nada que resolver, los resignados manifestantes se retiraron del Congreso local después de permanecer en el lugar a lo largo de casi 9 horas que tardó la sesión plenaria.