Foto: @kmazapana

Mely Arellano

@melyarel

Fue en abril del año que está por terminar cuando, en el marco de un seminario sobre agresión sexual en la Universidad de Toronto, Canadá, el policía Michael Sanguinetti dijo que: “Las mujeres deben evitar vestirse como putas para no ser víctimas de la violencia sexual” (Women should avoid dressing likesluts in order not to be victimized).

El comentario desató tal rechazo que el oficial tuvo que ofrecer una disculpa pública por su comentario, pero la indignación ya se había desatado y unas 3 mil mujeres salieron a la calle vestidas “como putas”, para protestar y manifestar que nada, ni la manera de vestir, justifica las agresiones sexuales o de cualquier tipo.

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La noticia corrió rápidamente por el mundo. Pronto, en miles de ciudades se organizaron movilizaciones y las putas marcharon.

Puebla, pese a ser una ciudad conservadora, no fue la excepción. El domingo 26 de junio decenas de mujeres se manifestaron en el zócalo para rechazar que se señale a la mujer como culpable o provocadora de agresiones en su contra por la manera de vestir, el lugar donde se encuentra, con quien esté o incluso por manifestar abiertamente su forma de pensar.

Este miércoles, sin embargo, el regidor del PRD, Arturo Loyola González, demostró en cuestión de minutos que poco o nada importa lo que dice la sociedad, no hay quien la escuche.

Y también relevó que no le importa promover la permanencia y perpetuidad de patrones misóginos y machistas, quizás porque ni siquiera se da cuenta de que lo hace, pero con ello demuestra además su ignorancia y eso sí es reprochable en un representante popular

¿A qué me refiero? A que en la sesión de Cabildo de este miércoles el regidor propuso un punto de acuerdo para iniciar una campaña de seguridad para prevenir asaltos y robos. En ella expone como “consejos”:

“No te vistas llamativamente. Si pasas desapercibido, el riesgo de ser asaltado es menor; es importante que consideres el lugar a donde vas y el tipo de personas que estarán para que elijas la ropa, es recomendable no usar faldas demasiado cortas, faldas y pantalones muy ajustados, ni escotes pronunciados”.

Ante ello, Sandra Montalvo, del PRI, le reprochó al de izquierda sus “consejos” sexistas y discriminatorios: “Este tipo de conductas son las que deben ser eliminadas porque estereotipan a la mujer como una mujer provocadora, víctima provocadora. Si nosotros como gobierno fomentamos estas medidas, pues obviamente estamos provocando que siga este estereotipo falso de la mujer”.

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Finalmente, si bien se agradece que la priista tuviera a bien corregir el dislate del perredista, es una pena que estas discusiones sigan teniendo lugar, porque ello sólo pone de manifiesto la deuda del Estado hacia las mujeres.

Las palabras de Loyola echan por la borda el esfuerzo de cientos de mujeres que exigen respeto a sus derechos humanos, reproductivos y sexuales.

Ojalá que también nos muevan otra vez hacia las calles.

Y, sí, ¿por qué no? Exigimos disculpas.

NO, significa que NO. 

Aunque use medias de red y tacones de aguja: si digo no, significa no.

Aunque  la apertura de mi falda suba hasta mi muslo: si digo no, significa no.

Aunque en cualquier momento decida no consumar el acto sexual: si digo no, significa no.

Aunque me ponga una borrachera marca diablo: si digo no, significa no.

Aunque baile de forma sensual: si digo no, significa no.

Aunque el escote de mi vestido sea tentador: si digo no, significa no.

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