• La capital del estado concentra el 34 % de los homicidios; Tepeaca es la segunda ciudad con más asesinatos: 15 %

• La figura penal de feminicidios no resuelve el problema, señala integrante de Radar 4

Ernesto Aroche Aguilar

@earoche

Para las hermanas Astraín Lizaola las primeras horas del 5 de septiembre pasado serían las últimas de su vida. Un grupo de sujetos ingresó a su casa ubicada en la colonia La Paz y tras partirles a golpes la cabeza dejaron los cuerpos abandonados en la habitación principal. Dos días más tarde, otra mujer más, María de Lourdes Solano Pasten, de 35 años de edad, era asesinada a unas calles de distancia.

Tomada de somosnoticiascolorado.com

Esos crímenes se sumarían a los 55 homicidios dolosos de mujeres que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJ) registró entre el 1 de enero y el 9 de septiembre pasado para contabilizar un total de 58 casos, la cifra más alta en los últimos tres años y que revela un incremento, hasta el momento, del 20 por ciento en ese delito.

Las cifras, dadas a conocer por la PGJE a una solicitud de información presentada por la activista Natalí Hernández, revelan que la tendencia de 2009 a la fecha es al alza, pues ese año se contabilizaron 41 homicidios contra mujeres, mientras que en 2010 la cifra fue de 48 (17 por ciento arriba) y para este año son ya 58 los casos documentados.

Pero además se ha incrementado el porcentaje de casos de asesinatos de mujeres dentro del total de homicidios dolosos. Entre enero y septiembre los datos estadísticos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) contabilizan 446 asesinatos intencionales en el estado, de los cuales en el 13 por ciento de los casos la víctima ha sido fémina.

En 2010, cuando se registraron 415 homicidios dolosos, sólo el 11.5 por ciento fue perpetrado contra ellas.

Ver Mapa de asesinatos de mujeres Puebla 2011 ampliado

A pesar de ello, y de acuerdo con el primer Índice para Alerta de Violencia de Género (IAVG) presentado en el 2010 y elaborado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Puebla se encuentra entre el grupo de entidades que mantiene un índice bajo, junto con Veracruz, Guanajuato, Tamaulipas, Hidalgo, Campeche, Querétaro, San Luis Potosí, Nuevo León, Coahuila y Tlaxcala.

Cabe mencionar que la propia Conavim aclara que el primer IAVG es una versión exploratoria de la problemática, porque los estados carecen de información precisa sobre la frecuencia y gravedad de los actos de violencia, se reconoce que se trabajó con cifras de 2006 y 2008.

De acuerdo con una solicitud de información previa, presentada por la organización Católicas por el Derecho a Decidir –número de folio 293811—, que recoge información hasta el 31 de julio, al menos en el 25 por ciento de los casos los asesinos fueron sus propios familiares y/o sus parejas sentimentales, aunque la cifra podría ser mucho más alta pues sólo en el 47 por ciento de los ilícitos se conoce la relación víctima-victimario.

Nuevos tipos penales no es la respuesta

Foto: EEF

El pasado 13 de octubre un grupo plural de mujeres metidas en la política –entre ellas Lucero Saldaña, secretaria del Comité Directivo Estatal del PRI, pero también las ex diputadas de partidos de izquierda como Irma Ramos Galindo (PRD) y Carolina O’Farril Tapia (Convergencia)— presentaron una iniciativa de reforma para tipificar como delito el feminicidio.

Dos meses antes, el 11 de agosto, el diario Milenio daba a conocer que la PGJ había entregado al poder Ejecutivo una propuesta para reformar el Código Penal para tipificar el feminicidio como un delito grave.

Para Marco Antonio Moreno, integrante de Radar 4, Red nacional de abogados y abogadas en la defensa de la reproducción elegida, la respuesta del estado ante esa problemática no debe ser solamente el reconocimiento del feminicidio como un delito per se, sino como un agravante en el caso de un homicidio.

“No creo que debe haber un tipo penal específico, porque entonces vamos a caer en que todos los homicidios de mujeres van a ser feminicidios y entonces el homicidio quedará como una figura casi exclusivo para los hombres. Debe ser una agravante en el delito, que por razones de género se agrave la pena porque eso genera una línea de investigación especifica. Pero lo que se está proponiendo son tipos penales nuevos, lo cual me parece absurdo”.

Pero además señala que no se le debe dar un tratamiento exclusivamente penal al problema, “creo que deben intervenir otras instituciones como la Secretaría de Educación Pública (SEP), o la Secretaría de Gobernación, los institutos de mujeres y de la juventud, para ir reduciendo desde la educación y con campañas de concientización toda esta violencia institucional que hemos estado viendo”.

Y puntualiza: “En términos reales el tipo penal de feminicidio no previene, no procura, solamente sanciona y ya sabemos el resultado de estar sancionando indiscriminadamente: no necesariamente inhibe la comisión del delito. Entre más alta la pena que se imponga más se profesionaliza el perpetrador”.

No es una cifra menor

58 asesinatos en ocho meses y 9 días no es una cifra menor, pues queda por contabilizar prácticamente un cuatrimestre más, y si la tendencia se mantiene, el año podría cerrar con una cifra cercana a los 89 asesinatos, el mismo número que se reportó en todo el 2009 en el Estado de México, lo que le valió ubicarse como el lugar más peligroso para las mujeres ese año, de acuerdo con un reporte del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.

Cuestionado al respecto, Marco Antonio Moreno es más cauteloso, y señala que se trata de un problema que está creciendo en todo el país, no sólo en la entidad, lo que ha provocado que la violencia se generalice.

“Aumenta como aumenta en todo el país, aunque habría que ver cuál es la razón, si hay una razón de género o sólo es un asunto de que la persona en cuestión me estorba o me molesta. Es una situación con muchos factores alrededor, hay campañas de denuncia que funcionan y generan mayores registros, pero dejan de estar las campañas y se reduce, también tiene que ver con el clima que estamos viviendo”.

La cautela del abogado parece no ser gratuita, a medidados de julio la diputada federal Teresa Inchaústegui Romero, presidenta de la Comisión Especial para el Seguimiento de los Feminicidios, dio a conocer que el número de asesinatos en contra de mujeres se ha disparado 67 por ciento en todo el país.

Por ello, insiste Moreno, es necesario que las procuradurías trabajen con perspectiva de género incluso en la generación de estadísticas, porque “en este momento lo que se tienen son casos de homicidios dolosos, cuántos de estos son el resultado de la violencia de género llevada al extremo, es algo que todavía no sabemos”.

 Distribución de asesinatos por grupo de edades

Más de 40	25
Entre 15 y 39	21
Menores de 14	7